A
fin de reducir la dependencia de las importaciones de maíz amarillo en el País,
las multinacionales Ingredion y Corteva unieron su participación en la cadena
productiva del grano con un programa para fomentar este cultivo.
El año pasado, las adquisiciones de maíz
alcanzaron casi las 18 millones de toneladas, las cuales se utilizaron para
satisfacer el 39 por ciento de la demanda nacional total, según datos del Grupo
Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
«Las dos empresas buscamos formas de
incrementar la producción local en México; encontramos en Corteva un aliado
fantástico para acelerar e incrementar la producción de maíz en Jalisco y
Sinaloa», comentó Leopoldo Horle, presidente y director de Ingredion México,
proveedor de soluciones de ingredientes para diferentes industrias.
Para el programa «Horizonte Amarillo»,
Corteva, que es un negocio enfocado a productos químicos agrícolas y semillas,
desarrolló una semilla de alta calidad con mayor productividad y rentabilidad
para ofrecerla a precios preferentes a los agricultores y darles acompañamiento
técnico desde la siembra hasta la cosecha.
«Es un proceso que va desde la definición de
la siembra hasta la comercialización del grano, que ambas compañías seguimos de
cerca para demostrar que hay una rentabilidad adecuada y que en los próximos
años los productores puedan incluso incrementar su producción y su área
destinada al maíz», señaló Horle.
El
proyecto ya arrancó en Jalisco, donde se tendrá una primera cosecha a finales
de año, mientras que para Sinaloa será en mayo de 2023.
Bajo una visión de mediano y largo plazo, se
proyecta que la iniciativa permita un avance del cultivo de maíz amarillo de
200 a 300 mil toneladas más a los próximos cuatros años.
Por otro lado, la startup mexicana Verqor apuesta
a la generación de datos para conectar al sector agrícola con herramientas de
financiamiento que se traducen en los insumos que necesitan para su producción,
explicó Hugo Garduño, cofundador de la plataforma.
La empresa surgió a partir de la falta de
tecnificación y desconexión del sector, lo cual le dificulta acceder a créditos
por no contar con información cuantificable y registros que avalen su
productividad.