La Corte
Suprema de Estados Unidos determinó este jueves que el gobierno
del presidente Joe Biden puso fin correctamente al programa “Quédate
en México“, una política de la era Trump, que obligaba a
algunos solicitantes de asilo a esperar en México.
El
intento de Biden de terminar con el programa fue impugnado en
los tribunales por una coalición de estados republicanos, liderada por Texas,
que argumentó que terminarlo violaba la ley de migración.
También argumentaron que la administración violó la Ley de
Procedimiento Administrativo en la forma en que se canceló el programa, ya que
se requiere que las agencias tomen ciertos pasos procesales al implementar la
política.
La máxima instancia judicial estadounidense no evaluó la
política migratoria de Trump, sino la legalidad de la decisión
de Biden de acabar con el programa.
Con cinco votos a favor y cuatro en contra, los jueces
del Tribunal Supremo consideraron que el memorándum emitido en
octubre del año pasado por el gobierno para acabar con el “Quédate en México”
no violó la ley federal de inmigración.
Biden suspendió el programa en
su primer día en el cargo en enero de 2021 y el secretario de Seguridad
Nacional, Alejandro Mayorkas le puso fin formalmente en junio. Pero los estados
de Missouri y Texas presentaron una demanda para restablecerlo.
El juez de distrito Matthew Kacsmaryck, con sede en Texas, emitió
una medida cautelar para mantener la política en vigor, señalando que el
gobierno no siguió los procedimientos requeridos para ponerle fin y no tenía la
capacidad para detener a todos los solicitantes de asilo.
Mayorkas emitió una versión
modificada de la política el 29 de octubre, pero la Corte falló nuevamente que
dicha versión “simplemente reafirmó la decisión de terminación que los estados
habían estado impugnando desde el principio”.
Al emitir la revisión de la medida el 29 de octubre, Mayorkas
dijo que la política “Quédate en México” probablemente contribuyó a una
caída en el número de cruces ilegales en la frontera en 2019, pero con “costos
humanos sustanciales e injustificables” para los solicitantes de
asilo que estuvieron expuestos a la violencia mientras
esperaban en México.
El 6 de diciembre de 2021 el gobierno de Biden tuvo
que restablecer los Protocolos de Protección a
Migrantes (MPP), designación formal de “Quédate en México“,
obedeciendo la decisión de un juez federal en favor de dos estados
conservadores que exigieron la reanudación del programa después que fuera
cancelado en enero de 2021.
Sin embargo, la administración Biden llevó el caso ante el
Tribunal Supremo, en espera de una resolución definitiva.
Esta política establecida por la administración del
expresidente Donald Trump (2017-2021) se inició en 2019 con
un programa piloto en el puerto fronterizo en San
Diego, por lo que las autoridades federales y los grupos que abogan por
los migrantes se enfrentaron durante dos años por esa política
que dejó esperando en México a cerca de 70 mil solicitantes
de asilo.