El
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha negado en diversas
ocasiones que nuestro país no produce el fentanilo, sin embargo, las
autoridades del estado de Baja California, en la frontera con Estados Unidos,
están en alerta por las decenas de muertes por la ingesta de esta droga
sintética.
El director del Servicio Médico Forense (Semefo) del
estado, César Vaca, señaló en un informe este mes que de los 200 cuerpos que
ingresaron por consumo de drogas en 2022, al menos en 60 la causa de muerte fue
por sobredosis de fentanilo.
“Aquí no negamos que es un problema potencial, las
adicciones son un problema de salud pública en Baja California y nos preocupa
el acceso y disponibilidad que hay del fentanilo en las calles”, expresó Adrián
Medina Amarillas, titular de la Secretaría de Salud del estado, en entrevista
con medios.
“Aquí jamás hemos ocultado ni negado el riesgo que
tenemos por ser un estado fronterizo y vecino del estado que más problemas
tiene en Estados Unidos, como es California”, añadió.
Sin embargo, el funcionario de salud argumentó que
esta problemática ocurre, por lo general, porque las personas no saben lo que
están consumiendo, además de que esta droga “está contaminando otras sustancias
como la metanfetamina, cocaína, y heroína, ya que se preparan en los mismos
utensilios que el fentanilo”.
“Eso es lo que en nuestro estado ha condicionado un
número importante de muertes, porque no saben lo que contiene y generalmente
viene integrado en dosis mayores a dos gramos, lo cual sabemos que es letal
cuando se rebasa esa cantidad”, señaló.
Así mismo, indicó que en julio de 2022, el Semefo
inició un programa piloto en Mexicali, la capital de Baja California, para
realizar pruebas y determinar cuáles son las drogas más consumidas entre las
personas que fallecieron en la ciudad, lo que se replicará en Tijuana dentro de
los próximos meses.
Entre los resultados obtenidos compartió que
alrededor del 30 por ciento de las personas que murieron en Mexicali con
fallecimientos relacionados a las drogas tenían restos de fentanilo en el
cuerpo y en el 50 por ciento de los casos se identificaron otro tipo de
sustancias psicoactivas, como el cristal y la heroína.
Medina Amarillas justificó que “ese porcentaje que
presentó Semefo es muy alto y no quiere decir que todas esas personas hayan
fallecido intoxicadas por fentanilo”.
“Eso nos alerta porque
sabemos que está incrementando el uso”, reconoció.
En otros casos, la Comisión Estatal de Derechos
Humanos de Baja California (CEDHBC) confirmó a la agencia EFE en un comunicado
que, desde hace un mes, investigan decesos de reclusos en las prisiones del
estado por sobredosis de fentanilo, aunque no precisó la cantidad.
En un recorrido realizado en zonas vulnerables de
Tijuana, se constató que el uso y consumo de fentanilo entre las personas sin
hogar es frecuente, según confesaron.
Además, confirmaron
que varios de sus compañeros consumidores han fallecido por sobredosis.
En el Comité Trilateral de Fentanilo, la secretaria
de Seguridad de México, Rosa Icela Rodríguez, aseveró este martes a Estados
Unidos y Canadá que durante el sexenio de López Obrador (2018-2024) las
autoridades mexicanas han destruido 1.788 laboratorios de drogas sintéticas.
Esto, afirmó, ha causado afectaciones de hasta 1.6
billones de pesos (más de 95 mil millones de dólares) al crimen organizado.
Pero la postura oficial del presidente es que en
México no hay problema de consumo de fentanilo y que en el territorio no se
produce esta droga.
En Baja California, ante la pregunta expresa de EFE
sobre las acciones para contrarrestar la problemática, el secretario de Salud
dijo que primero trabajan en generar información estadística para conocer el
problema y “seguir mejorando para enfrentar la crisis del fentanilo”.
“Es un problema que sabemos que es serio, no es
sencillo”, justificó.
“Se está creando toda la infraestructura necesaria,
trabajando en los centros de rehabilitación, en los servicios de urgencias de
los hospitales, en las áreas donde está esta población en condición de calle y
esto nos va a llevar de dos a tres meses para ya tener resultados tangibles y
objetivos”, sostuvo.
Finalmente agregó que a la par se acercan a las
comunidades, con los líderes comunitarios y con los padres de familia para
atenuar esa situación.