Es el año 1978 y múltiples niños han desaparecido
misteriosamente de un pueblo en Colorado. Por las calles corre el rumor de que
el responsable es un hombre al que los habitantes apodan «El Raptor».
Un día el joven Finney (Mason
Thames), de 13 años, es secuestrado, por lo que su hermana Gwen (Madeleine
McGraw) hará todo lo posible para liberarlo de una muerte segura.
La situación se torna más espeluznante cuando, desde su encierro, el joven
recibe llamadas telefónicas en las que los fantasmas de las víctimas anteriores
le ofrecen pistas para ayudarlo a escapar.
Esta es la premisa del largometraje El
Teléfono Negro, que llega este jueves a salas de cine nacionales. La
historia está basada en el cuento de 2004 «The Black Phone», escrito
por Joe Hill, hijo de Stephen King.
«Leí el cuento hace mucho tiempo, cuando fue publicado por primera vez. Me
atrapó el hecho de que combina dos cosas que yo nunca había visto juntas en una
trama de terror: la historia de un asesino en serie, junto con una historia de
fantasmas, y me encantó la manera en la que Joe Hill combina estas dos
cosas», compartió el director Scott Derrickson.
«Pero también realmente me gustan los
personajes de Finney y Gwen y su conmovedora relación. La manera en la que Joe
escribió su hermandad con tanta empatía y apoyo me resultó muy única y por
último porque sabía que con ‘El Raptor’ podríamos crear a un villano de terror
icónico».
El cineasta ya tiene experiencia en el cine de terror, pues ha dirigido
largometrajes como El Exorcismo de Emily Rose (2005) y Siniestro (2012).
La historia de El Teléfono Negro cautivó no sólo a Derrickson
y al productor Jason Blum, sino también a un elenco a la altura encabezado por
Ethan Hawke. El actor, nominado a cuatro Premios de la Academia, hace su debut
en el «lado oscuro» con un antagonista tan hipnotizante como
aterrador.
«Una de las cosas que más disfruté fue construir (al personaje) a partir
de la máscara y cómo con ella se dividió la interpretación en una línea muy
clara. Era completamente otra persona al usarla, y se sintió casi como una
actuación en un teatro griego.
«Fue realmente divertido y partió de esa simplicidad de saber exactamente
qué es lo que se quiere hacer. Eso fue lo que hizo Scott y es lo que me encanta
de su trabajo», explicó Hawke.
Madeleine McGraw, quien interpreta a la joven Gwen, dijo que fue muy
instructivo trabajar con un realizador como Derrickson.
«Él nos dejó poner nuestra propia esencia en el personaje y ayudó mucho
porque nos dio la libertad de hacer lo que pensamos que ellos harían en una
situación así», expresó.
Mason Thames, que hace el papel de Finney, dijo que conocía el trabajo del
cineasta porque ya había visto su largometraje Siniestro.
«Es una película que me sigue aterrorizando hoy en día y me encanta el
terror, así que el hecho de que mi primer filme fuera de terror y con él fue
grandioso. Además me encantaría dirigir un día, así que ver la forma en la que
lo hace él fue impresionante», expresó.