El
escritor Don
Winslow es experto en crear personajes llenos de contradicciones, aunque siempre con convicciones muy sólidas. Danny Ryan,
protagonista de su nueva trilogía, que arranca con «Ciudad en
Llamas», es el más reciente.
Tal vez por eso genera interés para llevarlos a la
pantalla grande o a la televisión, tal como está haciéndolo con El
Cártel para FX, y por eso entiende las obsesiones
de los lectores y de la industria del entretenimiento.
«Danny siempre está guiado por su lealtad, es
su más grande virtud, pero su más grande debilidad. Nunca se cuestiona cómo
otorgarla a su familia, a sus amigos, al amor», apuntó en entrevista desde
San Luis, Missouri.
Winslow,
nativo de Nueva York y de 68 años, ha construido un prestigio innegable por su
conocimiento de la novela negra y de crimen e investigación, como lo mostró en
«Salvajes» (2010) y «El Invierno de Frankie Machine»
(2006), y que lo corrobora con la trilogía que marcará su retiro.
«Al personaje principal, Danny Ryan, le dediqué
cinco años de mi vida, y es mi último trabajo. Aunque no es definitivo, me
dedicaré a actividades de promoción política; hay interés por saber si esta
novela va al cine, a una serie, pero eso no lo decido yo. Cuándo se dé, lo
tendré presente y así sucederá, no presiono nada», afirmó.
Historia que narra el
enfrentamiento entre mafias italianas e irlandesas en el Rhode Island de los
80, «Ciudad en Llamas» es la razón ideal para hablar con el
estadounidense sobre cómo se ha adentrado en el ambiente televisivo.
Actualmente, participa en la adaptación de su
trilogía sobre el narcotráfico, compuesta por «El Poder del Perro»,
«El Cártel» (2015) y «La Frontera» (2019), y que narra el
enfrentamiento entre Art Keller, agente de la DEA, y Adán Barrera, la cabeza de
un cártel.
«Será una serie para FX, estoy muy
involucrado en el desarrollo, los guiones para los pilotos, conversando con los
escritores, los productores. Disfruto esta expectativa de que alguno de mis
trabajos sea visualizado para cine o TV, pero de ninguna manera me
obsesiona», relató.
Aunque reina un ambiente prohibitivo al hablar de
esta realización, el autor sí
dijo que uno de los personajes favoritos de esta saga es Pablo Mora, periodista que ofrece una perspectiva distinta
de Ciudad Juárez y la búsqueda por la verdad en medio de la guerra contra la
droga.
«Pablo fue concebido para ir a conocer
Juárez, un personaje que me llevara a esas partes, pero cuando empecé a
escribir, me gustó su gran corazón, su coche viejo, no veía todo, pero sabía
todo.
«Era amigo de poetas, escritores, mostró un
lugar distinto, un personaje que no era parte del narco y que mostró otra parte
de México. Fue el bueno que nos llevó al café, a las fiestas, a tener una buena
conversación», acotó.
Agradecido por la recepción que su trabajo ha
tenido en Latinoamérica, Winslow le da la vuelta a las especulaciones de los
actores que participarán en sus series o quién podría ser el ideal para
encarnar a Danny Ryan en caso de que llegara a un medio audiovisual.
Pero sí admitió que ha habido estrellas que se le
han acercado para mostrarle su interés por alguno de sus personajes.
«Liam Neeson leyó una de mis piezas y dijo: ‘Quiero hacer
eso’. Matt Damon se sintió muy identificado con un personaje
y Leonardo Di
Caprio también me dijo de uno.
«Jamás diría si hay un actor para Danny Ryan,
porque ofendería a otros actores, no pienso en un actor, no le doy esa imagen
cuando escribo. Pasé cinco años de mi vida con él, y lo tengo muy presente. Yo
tengo una imagen muy específica y si llega al cine o a la tele, será quien
tenga que ser».
Eso sí, dijo, siempre ha participado en las
negociaciones, aunque sabe que su palabra no es la última ni la final.
Un poeta trágico
Explorador nato, Don Winslow se
dejó seducir por México desde que se afincó en San Diego.
La localización le dio cercanía y familiaridad con
el País, fuente de inspiración y proveedor de información para varias de sus
novelas sobre el narcotráfico.
«Quisiera conocerlo mucho más, porque,
obviamente, la frontera no es lo mismo que el centro o el sur, pero toda esta
concepción narrada de que es cuna de delincuencia y crimen tiene que ver con un
sistema de muchas capas, no se puede juzgar a la ligera.
«He conocido sus colores, sabores, estando
cerca de la frontera, he admirado a la gente trabajadora. Y si hay drogas y hay
guerra de cárteles es porque son el país de tránsito hacia mi país, aquí (en
Estados Unidos) están los consumidores», destacó el autor en entrevista.
El autor
neoyorquino, quien acaba de publicar «Ciudad en Llamas», sobre un conflicto entre mafias irlandesas e
italianas, reveló su secreto para abordar el perfil de sus creaciones.
«Siempre veo en tragedias griegas y romanas
un reflejo o espejo, como ‘La Ilíada’, ‘La Odisea’. Siento que siempre hay
paralelismos con los relatos de hoy en día, que son historias de crímenes
modernos», apuntó.
Conferencista, ponente, asesor literario, guía de
safaris, detective privado y periodista son algunos de los roles que ha tenido
Winslow, pero el que más le gusta es del contador de historias.
Su rutina de
escribir de 5 de la mañana a 11, y de 4 a 7 de la tarde, es obligada.
«Vale más el corazón que el mejor vocabulario
y la falta de conocimiento de gramática. Si te apoyas en el sentimiento, te
lleva a mundos desconocidos.
«Me levanto en las mañanas a escribir la
historia en turno, siempre le doy camino a mis ideas y les doy forma. Pero
usualmente uso las tardes para el trabajo de investigación de lo que sigue, o
sea, voy adelantando un poco».
Acostumbrado
al aislamiento, lamentó que el índice de drogadicción se haya disparado en
muchos países con la pandemia, y también que cuando acabó el confinamiento
mucha gente haya salido más ofuscada y enojada con la vida.
«Tenemos que aceptar la realidad. Creo que
tuvimos que aprender, que necesitamos tratarnos mucho mejor, con educación,
simpatía y empatía.
«En una situación física, la pandemia fue
horrible. Creo que ganamos y perdimos compasión. Como seres humanos necesitamos
este contacto físico que perdimos por mucho tiempo», reflexionó.
Sobre su esposa Jean, el autor confirmó que ella
no es tan fanática de lo que escribe.
«Sólo dos
personas ven mi libro antes, mi editor y mi agente. Mi esposa nunca los lee… ha leído algunos, es
mentira, ha leído un poco, pero no todo.
«Ella es una diseñadora de interiores de
zonas comerciales. Tenemos el pacto de que yo no opino de lo que hace y ella
igual conmigo. Tenemos 37 años casados, creo que hicimos un compromiso desde el
principio y eso nos ha mantenido unidos», expresó.
Aficionado a series como The
Sopranos y Breaking Bad, Winslow sorprendió al contestar cuál fue la
última película que lo conmovió casi hasta las lágrimas.
«CODA, Señales del Corazón, porque el hermano de mi esposa era sordo, y yo tuve que
aprender a hablar con señas cuando empecé a salir con ella porque queríamos
integrarlo a la conversación, es muy linda».