Al dar a conocer la empresa en la
que presuntamente trabaja desde el 2020 en Houston, José Ramón López Beltrán,
hijo mayor del Presidente Andrés Manuel López Obrador, exhibió un nuevo
conflicto de interés.
KEI Partners, creada en octubre
del 2018, previo al inicio del actual sexenio, es propiedad de los hijos de
Daniel Chávez, uno de los empresarios más cercanos al Gobierno de la 4T, y a
quien el Presidente nombró su supervisor del Tren Maya.
El hijo mayor del mandatario pasó
de tratar de desmarcarse de un conflicto de interés por vivir en la casa de
lujo de un alto ejecutivo de Baker Hughes, empresa beneficiada con contratos de
Pemex, a revelar que ahora trabaja para una compañía relacionada con un
empresario favorito del Gobierno federal.
Ingeniero de profesión, Daniel Chávez,
de grupo Vidanta, es propietario de cadenas como Mayan Palace, The Grand Bliss,
The Grand Mayan y Sea Garden.
Ayer, AMLO reconoció abiertamente
que KEI Partners es propiedad de los hijos de Daniel Chávez, pero descartó un
conflicto de interés.
«Es una empresa de los hijos
de Daniel Chávez, que me ayuda como supervisor honorífico del Tren Maya, pero
no cobra absolutamente nada, ni tenemos ninguna relación de negocios. Él no
tiene ningún negocio con el Gobierno federal», dijo AMLO en su conferencia.
«No hay ningún problema de
interés. Es de los empresarios que nos ayudan porque quiere apoyar en el caso
del Tren Maya para concluirlo», insistió.
Sin embargo, Chávez no solo ayuda
en el Tren Maya que cruza por zonas turísticas donde Grupo Vidanta tiene
propiedades, sino en muchas de las iniciativas gubernamentales como un parque
solar en Sonora o la interlocución con empresarios para acercarlos al Gobierno.
KEI Partners fue registrada en el
2018 teniendo como ejecutivos principales a Iván y Erika Chávez, hijos del
dueño de Vidanta.
La Ley General de
Responsabilidades Administrativas define en su artículo 3, fracción sexta:
«Conflicto de interés: La posible afectación del desempeño imparcial y
objetivo de las funciones de los servidores públicos en razón de intereses
personales, familiares o de negocios».
La bancada del PAN en el Senado
destacó ayer que el hijo del Presidente y el Gobierno ofenden la inteligencia
de los mexicanos al tratar de justificar el conflicto de la casa propiedad del
directivo de Baker Hughes y destapar al mismo tiempo un segundo conflicto de
interés con el dueño de Vidanta.
Los legisladores señalaron que
Vidanta se beneficiará al menos del Tren Maya y un megaparque solar en Sonora
-cuyo terreno donó Chávez-, dos de las obras insignia de la 4T.
«Entre más explican, más se
hunden», afirmó la Senadora Xóchitl Gálvez. «A este Gobierno le urge
un curso para entender lo que es el conflicto de interés».