Cd. de México 31 julio 2022.- La coreógrafa Lydia Romero la llama, con cierto humor, «la arruga elegante». Como ocurre con el lino y la seda, dice, hay una suerte de distinción, de elegancia y porte, en la edad que se porta con orgullo.
Este año, la compañía de danza El Cuerpo Mutable / teatro de movimiento, que Romero dirige y fundó, cumple 40 años de trayectoria artística así: con la arruga elegante a la vista, con el capote de seda por delante.
La imagen taurina no es gratuita, puesto que su más reciente trabajo coreográfico, Tres tercios, que toma a la fiesta brava como tema, es una de las piezas con las que la compañía festeja su aniversario con un programa especial en el Palacio de Bellas Artes.
«Ésta es la cosa del tiempo, que el tiempo va arruinando, va haciendo ruina a las cosas, pero son las ruinas maravillosas, con historia«, dice la coreógrafa sobre el paso de cuatro décadas.
«Esto que te da el tiempo es la experiencia, y estas múltiples vidas y trastornos de lo habitual, y estos accidentes son heridas de guerra y se quedan en el cuerpo, y se quedan en los lugares, y esta gran dignidad de los edificios que tienen 500 años, o mil años, entonces no todo tiene que ser nuevo o recién comprado, ni tampoco la belleza está en la juventud de 18 años», abunda.
Parte de una generación de coreógrafos-bailarines que, a finales de los años 70, irrumpieron en la escena dancística nacional, Lydia Romero es ya una figura insoslayable en la danza mexicana, tanto por su trayectoria artística como por sus empeños como educadora y funcionaria cultural.
El programa de aniversario de El Cuerpo Mutable, su proyecto artístico más longevo, lleva por nombre Paisaje transfigurado, como la pieza que creó expresamente para reflexionar sobre el camino andado.
«La idea es que sea una especie de alegoría de estas cuatro décadas: qué ha sucedido a nivel de movimiento, de ejes temáticos de las obras, cuál ha sido el pensamiento sobre el cuerpo en movimiento a través de todo este tiempo, un poquito como conjuntando esas ideas», explica.
Es, también, una muestra de cómo el paisaje de la danza contemporánea en el País ha sido transfigurado, trastocado, por décadas de exploración coreográfica ininterrumpida.
La experiencia de Forion Ensamble
Para Lydia Romero, 2022 resultó un año de aniversarios múltiples. No sólo se cumplen cuatro décadas de la compañía que fundó en 1982 junto con Eva Zapfe y Herminia Grootenboer, sino que también se celebra otro hito en la danza mexicana.
Todavía como parte de las filas del Ballet Nacional de México, donde Guillermina Bravo formó a una potente generación de intérpretes y coreógrafos, Romero participó en la fundación de Forion Ensamble, una de las compañías independientes señeras de la danza contemporánea del País.
En 1977, hace 45 años, Rosa Romero, (hermana de Lydia), Jorge Domínguez y Eva Zapfe iniciaron esta aventura que, como su nombre, «botín» o «hurto» en latín, se apropió de lo aprendido anteriormente para dar cuerpo a algo nuevo.
«Para nosotros, Forion fue como la maestría, la licenciatura, maestría y, quizás, doctorado. Un poco como la universidad, esto que no existía de esa manera en nuestro tiempo, nosotros lo generamos», recuerda Romero.
«Mucho fue gracias a Amalia Hernández que nos becó para tomar clases con varios maestros de la escuela de Alwin Nikolais y Murray Lewis, que ella trajo a México, trajo a la compañía a bailar y trajo a sus maestros de esa concepción que viene muy directamente de la escuela alemana de Laban, a través de Hania Holm, que fue maestra de Nikolais«, explica Romero su linaje.
Esta apuesta de becar a jóvenes para ir a estudiar al extranjero logró una escuela que, junto con lo aprendido con grandes de la danza nacional, como Guillermina Bravo, Federico Castro, Luis Fandiño y Raúl Flores Canelo logró un nuevo tipo de danza, tan mexicana como universal.
Es de ahí de donde surge, una vez que cada quien tomó su camino, El Cuerpo Mutable / teatro de movimiento.
«Descubrimos que la danza no es solamente una técnica que aprender para moverte, sino es toda una concepción, es un universo filosófico del cuerpo en movimiento, que tiene mucho que ver con esta concepción de Laban», explica Romero.
A finales de año, la UNAM anunciará una conmemoración por los 45 años de Forion Ensamble, adelanta una de sus fundadoras.
Con una temporada de aniversario que arranca el próximo 11 de agosto en el Palacio de Bellas Artes, Lydia Romero y El Cuerpo Mutable / teatro de movimiento celebran cuatro décadas de creación con la arruga elegante por delante.
Un paisaje transfigurado
Hace 40 años, al inicio de su nueva aventura juntas, el fotógrafo Jorge Contreras Chacel retrató a las tres fundadoras de El Cuerpo Mutable / teatro de movimiento.
En esta serie, Lydia Romero, Eva Zapfe y Herminia Grootenboer hicieron una declaración de principios que ahora se retoma en la pieza Paisaje transfigurado.
«A partir de esas imágenes, que son tres cuerpos desnudos, jugando con unos conitos de papel blancos, es de donde partimos para traer al presente ese ímpetu, esa idea detonadora de la compañía y bordar sobre esa misma idea el paisaje transfigurado, que ha ido transformándose, al largo de todo este tiempo», explica Romero.
Sin ánimos de ser una antología, o una retrospectiva, la pieza más bien busca reflejar los recuerdos de cuatro décadas de danza en un paisaje nuevo.
«Paisaje transfigurado habla de estos cuerpos poderosos, empoderados, vulnerables, apacibles, inquietos, en momentos violentados, desgarrados, martirizados, yacentes, entonces es una diversidad de momentos en los que puede estar un cuerpo en movimiento«, dice sobre el tema que la compañía lleva desde el nombre.
Con un vestuario inspirado en fotografías de Mauro Gómez, quien también realiza la composición musical de la pieza, esta nueva obra refleja, en movimiento, todo lo vivido.
Con una mirada antropológica que proviene de haberse enrolado, primero, en esa carrera, Paisaje transfigurado presenta también una reflexión de Romero sobre los últimos años.
«Por supuesto que hay, digamos, un comentario muy abstracto a los sucesos de ahora y cómo el cuerpo es el centro de mucho de lo que sucede ahora, de la violencia, de la guerra, por un lado, y también de lo maravilloso que es estar vivo después de la pandemia, de haber sobrevivido la pandemia«, comenta.
Memorias en movimiento
El programa preparado para celebrar 40 años de historia, condensa, de manera abstracta, las memorias de piezas icónicas de la producción de Lydia Romero, como:
–El viaje (1982)
–Golpe de gracia (1985)
–Papeles de guerra (2006)
–Manga ancha (2010)
–Escaparates (2015)
También, algunas de las más singulares, como:
–Arqueología posmoderna (1997-2001)
–Atavíos (2019)
