Sicilia,
Italia 30 julio 2022.- En 2012 la dupla de
diseñadores Dolce & Gabbana decidió realizar por primera vez en
Taormina una fiesta especial para mostrar, literalmente, las joyas de la
corona, lo más excelso de su casa de modas. El camino ha sido arduo, bello y
dramático… como en una buena ópera italiana.
Para estos creativos, que llevan en la sangre toda la calidez y talento
artístico de su país, este viaje lleno de diseños y materiales únicos,
trabajados a mano y siguiendo las tradiciones artesanales más antiguas, ha ido
siempre «in crescendo», mostrando lo mejor de su tierra con shows que
dejan boquiabiertos a sus invitados, que llegan de todas partes del mundo
dispuestos a vivir unos días de una gran experiencia a la italiana.
Y en esta ocasión no han defraudado, ya que lograron algo único: formar una
familia que siempre está a la expectativa por ver en qué palacio, templo,
jardín o lugar histórico será el escenario de sus desfiles, que muestran que el
estilo italiano, barroco y desmedido, está más vigente que nunca.
Sus más de 750 invitados acudieron con sus mejores galas, desde vestidos llenos
de flores hasta coronas dignas de vírgenes de retablos, a esta cita de moda y
glamour mediterráneo.
Una gran labor de investigación sobre historia, geografía, gastronomía,
tradiciones y leyendas tiene lugar previamente para recrear mundos mágicos en
los que se ha hablado de diversos lugares, desde Venecia a Como, y desde
Florencia a Palermo, para mostrar cómo la moda encaja perfectamente con la
alegría, la fiesta, la música, la danza y el alma del país de la bota, del cual
son los mejores embajadores.
«Si hay algún mensaje que podemos dar respecto a este proyecto que nos
apasiona y nos reta cada vez, después de 10 años, es que los sueños se pueden
cumplir si se trabaja con amor para lograrlos», afirmó Domenico, momentos
antes de empezar con esta fiesta que contó con famosos como Helen Mirren,
Monica Bellucci y Sharon Stone.
La ciudad portuaria de Siracusa, crisol de razas y culturas, tierra de
Arquímedes y Caravaggio, ha sido el escenario para mostrar lo mejor de su Alta
Moda, Alta Sastrería y Alta Joyería.
El desfile femenino tuvo lugar en la plaza de la isla de Ortigia, lugar donde
se filmó Malena, con Monica Bellucci, en donde, con el pueblo cerrado y los
vecinos en los balcones, desfilaron bellezas de todo el mundo enfundadas en
trajes barrocos que quitaban el aliento y que estaban inspiradas en la ópera
Cavalleria Rusticana, de Pietro Mascagni, un drama en el cual destacaron las
mujeres vestidas con el clásico negro siciliano y con referencias a la
religión, como mantillas, «madonnas» y coronas.
Diseños que dieron paso a tonos vivos como el neón, encarnados en siluetas
trabajadas con múltiples pétalos de tafeta.
La pasarela de hombres, realizada en el puerto Marzamemi, dio paso a una
fantasía que habla del pasado sarraceno o árabe de esta región, en donde los
modelos incluían corsets trabajados como armaduras, intrincados tops con
piedras brillantes, faldas plisadas, caftanes y zapatos tipo babucha, en un
coctel lleno de energía masculina que estaba basado en una antigua leyenda
sobre una princesa y un tesoro escondido en estos lares.
Para presumir la joyería, los diseñadores pensaron en la famosa Grotta dei
Cordari para presentar, en un espectáculo con danza y teatro, las más selectas
piezas que incluyen trabajos intrincados llenos de oro, plata, diamantes, piedras
preciosas y monedas antiguas o dracmas.
Tras cada presentación, los clientes de todo el mundo partían en sus carrozas
modernas a celebrar, ya sea junto a la playa o a un castillo milenario.
«Hacer la Alta Moda es un gran compromiso creativo para sorprender cada
vez más a nuestros invitados». Stefano Gabbana, diseñador