El viaje por carretera del artista Héctor de Anda (Jalisco,
1950) de la Ciudad de México a Xalapa, en 2021, en plena pandemia, representó
también un viaje interior.
«No diría de sanación pero sí de recuperarme a mí mismo», dice en entrevista.
«Recuperé muchos recuerdos que había perdido que apreciaba mucho y que
eran lo que me había construido en mi vida, los que me han hecho».
Fotografiar a través de la ventana, en blanco y negro, lo sumergió en la
reflexión, dejó de lado los pensamientos superficiales para entrar en un estado
de meditación. La crónica de esa reflexión quedó plasmada en la serie El viajante en
34 imágenes y un video.
La memoria, el tiempo y el desgaste de los objetos son
constantes también en su pintura y escultura, donde emplea con frecuencia
materiales reciclados.
Se acompaña de otra serie, No soy yo, es mi sombra iniciada en
2013, cuando asistió a la Bienal de Beijing. Capturó su propia sombra en cada
ciudad que visitó a manera de bitácora de viaje y de vida.
En esas 26 imágenes, por ejemplo, recoge el viaje a España a donde fue a
tratarse del mal de Parkinson, que los médicos han logrado contener, pero
también su paso por ciudades de México, el sureste asiático, Sudamérica y
Europa.
«La impronta del momento queda capturada», remarca.
Presenta otra serie de 20 fotografías de Luz y color, que en el
contexto de la exposición donde predomina el blanco y negro, significa
recuperar «la luz y el color, las cosas bellas de la vida».
En conjunto, reúne 90 imágenes que serán exhibidas del 1 al 11 de junio en
23, Place des Vosges de París, bajo la curaduría de Rocío Guerrero. En México
planea exhibirla en el Centro Cultural Juan Rulfo, donde agregará pintura y
escultura.