Cd. de México 23 abril 2022.- Una galería de siluetas ricas en
atemporalidad brilló bajo el marco del Centro Cultural El Carmen en la ciudad
de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Macario Jiménez y
Arturo Cáceres mostraron, respectivamente, una galería de siluetas de moda y
joyería.
La confección de Macario, libre de compromiso con tendencias efímeras, mostró
en sus cortes y texturas un trabajo que se nutre del arte en varias
disciplinas, según dijo.
Pintores, celebridades de la historia y obras literarias han influenciado el
trabajo de vestidos que subrayan la individualidad de una mujer, comentó
Macario.
Cáceres, oriundo
de Simojovel, Tierra del Ámbar, con trayectoria como arquitecto y diseñador,
dijo ser un apasionado de los cortes geométricos sobre gemas ancestrales
engarzadas en plata pura.
Sus piezas representan un marco que subraya con sus materiales la fuerza
natural de la mujer, aseguró el creativo.
La presentación en los patios de una casona con tejas, piso de barro y más de
400 años de historia tuvo el propósito de fortalecer los recursos de la
organización Cruz Roja Mexicana de esa entidad.
Un cheque por 500 mil pesos recaudados por la venta de boletos fue celebrado
por dependencias gubernamentales, además de los diseñadores.
Su alianza atenuó las necesidades de un Pueblo Mágico cuyo tejido social se
mueve entre contrastes, la riqueza cultural invaluable y también la pobreza,
resaltó Cáceres.
«Mi mejor baluarte es haber nacido aquí, donde el ámbar representa el oro
maya», señaló el artista en la charla.
Por su parte Macario, apuntó: «Venimos a Chiapas a sumar. Yo le llamo el
desfile de la esperanza. Queremos que las ambulancias de la Cruz Roja, los
materiales y equipos técnicos operen con inmediatez al llamado de quienes lo
necesitan».
Telas de seda, brocados, raso, holanes y drapeados dialogaron con las joyas de
Cáceres.
«Esta noche ni las gemas ni los vestidos son protagonistas. Hemos venido a
presentar lo que somos, lo mejor que tenemos, sólo para ayudar», agregó el
chiapaneco.
Barandales de madera rodearon el paso de un grupo de modelos que se acercó al
pueblo de San Cristóbal de Las Casas para colaborar.
La fusión de la moda internacional, al ritmo de percusiones, incienso, copal,
danzas y rituales se fusionó en el espectáculo.
Los propósitos altruistas fondearon una población donde convergen rezos y gente
del mundo atraída por movimientos políticos y culturales.
