El
Presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, dimitió este jueves desde
Singapur, adonde acababa de llegar, mientras que los manifestantes pusieron fin
a la ocupación de edificios públicos en Colombo.
La carta de dimisión, enviada por correo electrónico al presidente del
Parlamento, fue transmitida al Fiscal General del país para que examine los
aspectos legales antes de aceptarla formalmente, indicó el portavoz del
responsable parlamentario, Indunil Yapa.
Rajapaksa, de 73 años, se había dado de plazo para dimitir del cargo hasta el
miércoles.
Si se acepta la renuncia, se convertiría en el primer Presidente de Sri Lanka
en renunciar desde que se adoptó el sistema presidencial de Gobierno, en 1978.
Gotabaya Rajapaksa aterrizó en Singapur a bordo de un avión de la compañía
saudita Saudia, procedente de Maldivas, adonde había huido la víspera.
La ciudad-Estado afirmó este jueves que Rajapaksa ingresó «en visita
privada» pero «no pidió asilo y tampoco le fue otorgado», dijo
el ministerio de Relaciones Exteriores de Singapur en un comunicado, recordando
que el país «en general no acepta pedidos de asilo».
Como Presidente, goza de inmunidad y no puede ser arrestado y se especula que
buscó salir al extranjero antes de renunciar para evitar ser detenido.
Abandonan manifestantes el Palacio Presidencial
En Colombo, la capital de Sri Lanka, los manifestantes abandonaron varios
edificios estatales que llevaban ocupando desde varios días, después de que el
Primer Ministro Ranil Wickremesinghe ordenara a las fuerzas de seguridad
restablecer el orden y decretara el estado de emergencia.
«Nos retiramos pacíficamente del Palacio Presidencial, la secretaría
presidencial y la oficina del Primer Ministro con efecto inmediato, pero
continuaremos nuestra lucha», dijo una portavoz de los manifestantes.
Testigos vieron a docenas de activistas abandonar la oficina del Primer
Ministro, mientras la Policía y las fuerzas de seguridad entraban en el
edificio.
Agentes armados patrullaban por partes de la ciudad, bajo toque de queda.
Según fuentes de seguridad, Rajapaksa, que viajó con su mujer Ioma y dos
guardaespaldas, se quedará en Singapur durante algún tiempo, antes de irse a
Emiratos Árabes Unidos.
Sri Lanka, ubicada al sur de India, sufre escasez de productos esenciales por
la falta de divisas para las importaciones y los manifestantes consideran que
la crisis se debe a una mala gestión de Rajapaksa.
Tras meses de protestas, los manifestantes invadieron el sábado la residencia
oficial del presidente y posteriormente tomaron el despacho del primer
ministro.
Desde la huida del Mandatario, el complejo fue abierto al público y miles de
personas visitaron el edificio.
En el lugar, Gihan Martyn, dueño de un comercio de 49 años, acusó al presidente
de «jugar para ganar tiempo».
«Es un cobarde», dijo. «Él arruinó nuestro país junto con la
familia Rajapaksa. Así que no confiamos en él y necesitamos un nuevo
Gobierno».
El saldo de heridos tras las protestas
La Policía informó que un soldado y un oficial fueron heridos en
enfrentamientos durante la noche fuera del Parlamento.
El principal hospital de Colombo informó que 85 personas fueron admitidas con
heridas el miércoles y que un hombre murió asfixiado después de haber inhalado
gas lacrimógeno en la oficina del primer ministro.
El Ejército y la Policía recibieron el jueves nuevas órdenes de reprimir con
firmeza cualquier tipo de violencia.
Pero Chirath Chathuranga Jayalath, un estudiante de 26 años, dijo no tener
miedo: «No pueden detener estas manifestaciones matando a gente. Nos
dispararán a la cabeza, pero hacemos esto con nuestro corazón», aseguró.