El suelo de la Cuarta Sección del Bosque de Chapultepec, una
de las zonas en las que el Gobierno federal impulsa el proyecto cultural
prioritario del sexenio, fue diagnosticado con contaminación por metales
pesados, como mercurio y arsénico, que rebasan los límites previstos por normas
mexicanas y estadounidenses.
Por décadas, el lugar fue ocupado por fábricas de cartuchos,
pólvora y explosivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y ahora
la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México busca, pero no
ha encontrado, una empresa especializada para inspeccionar a detalle los
terrenos y edificios en 73 hectáreas, así como filtraciones hacia pozos y hacia
el río Tacubaya.
Aunque en su convocatoria la Sedema da por hecho que la zona requerirá un
proyecto de remediación ambiental, la Sedena ya ha comenzado a construir en el
área seis complejos para 120 viviendas para militares, y ya adjudicó, el pasado
6 de junio, un contrato por 104 millones de pesos para la primera etapa de la
Bodega Nacional de Arte, que estará justo en lo que fue la fábrica de
cartuchos.
En 2021, un estudio parcial detectó concentraciones de plomo superficial,
antimonio, arsénico, cromo y mercurio, que exceden los límites previstos en la
Norma Oficial Mexicana (NOM) para caracterización ambiental de sitios
contaminados, así como los estándares de la Agencia de Protección Ambiental
(EPA) estadounidense.
El pasado 15 de junio la Sedema declaró desierta la licitación para contratar
el estudio a detalle.
«El uso público de las áreas exteriores de la Cuarta Sección del Bosque de
Chapultepec deberá realizarse con la garantía de que no existan riesgos para la
salud de los visitantes, ni para el personal que laborará en el sitio. Para
lograr este propósito, será necesario el estudio de contaminación por metales
pesados en la futura Cuarta Sección y su área de influencia», explicó la
Sedema en la licitación.
«Se tomarán en cuenta soluciones integrales que deberán considerar una
zona de influencia del polígono definido, en el entendido que los elementos
ambientales no tienen fronteras», agregó.
Raúl Martínez, integrante de la organización Vecinos Unidos Zona Poniente,
afirmó que la contaminación de suelo y agua en las colonias aledañas a la
Cuarta Sección del Bosque es una realidad a la vista de los vecinos, pero que
no se ha plasmado en estudios transparentes.
«Se han solicitado estudios y salen con que no hay recursos, pero si
quieren hacer proyectos tienen que hacerlos y, hasta donde sabemos, no hay un
estudio hidrológico que se nos haya presentado. Incluso, los estudios de
mecánica de suelo que han hecho para ellos, por sí solos, ya contaminaron aún
más el suelo y el agua por los químicos que requiere ese tipo de pruebas»
reclamó.
Ante ello, el colectivo alista una denuncia ante la Secretaría de la Función
Pública federal y la Contraloría de la Ciudad de México por la construcción de
más complejos militares de vivienda y administrativos en la zona, sin estudios
transparentes.
«No vamos a permitir que se viole la normatividad sin que se acredite la
legalidad de sus proyectos, urge un estudio hidrológico para atender la
situación del agua en la zona, pero sobre todo implica que se transparente el
manejo del recurso hídrico, porque hay dos pozos en la zona, el Tacubaya 1 y el
2, y no hay información pública de la extracción de agua en esos pozos y a
quién o a quiénes se favorece, y si están contaminados», señaló.
«No hay un inventario hidrológico en la zona poniente, si no hay datos
serios, no podemos avanzar (…) (Queremos) que se nos informe con estudios
cómo van a realizar sus proyectos, cómo está la calidad del agua, cómo está la
calidad de los suelos».
Para Martínez, los estudios que llevan a cabo la Sedena y la Secretaría del
Medio Ambiente de la CDMX sólo atienden a sus intereses.
«Lo que hacen estas dependencias es devastar, porque implica urbanizar la
Barranca Tacubaya sin tener la autorización ambiental, mientras no haya un
estudio y se haga el Programa de Manejo Ambiental, no hay facultades para
autorizar nada», dijo.
«Ya dieron contratos y ya están empezando a construir (unidades habitaciones
militares y edificios de la Bodega Nacional de Arte) pero las autorizaciones no
existen y los estudios de los proyectos no son públicos», criticó el
vecino.
Lamentó que las autoridades vendan megaproyectos como el de la Cuarta Sección
de Chapultepec.
«De entrada el proyecto cultural Chapultepec habla de una Cuarta Sección,
que en realidad corresponde al polígono de la barranca Tacubaya, esa barranca
no está manejada como Cuarta Sección, hay un decreto que la declara como valor
ambiental, pero nada más», advirtió Martínez.
«No hay documentación que diga que (la Cuarta Sección) es parte de
Chapultepec, mientras su uso como tal es ilegal», lanzó.