Como
un superhéroe, Trono tiene una actividad de día y otra cuando el sol se oculta.
Cuando no está en el ring lidiando contra otros luchadores, es profesor en una
escuela primaria en Querétaro.
«En mi otra faceta soy un maestro de educación básica, doy clases de
quinto grado, y es otra de mis pasiones por impartir la educación a los
pequeños. Mis alumnos de ahorita tienen 11 años, pero llevo trabajando con
ellos desde tercer grado, por la pandemia, hemos tenido que continuar el
trabajo a distancia, apenas regresamos a clases presenciales, y son niños que
llevo trabajando desde los 8 años», comentó Trono,
integrante del Querétaro Team, grupo conformado por Halcón Negro Jr., Ángel
Rebelde y Optimus.
Trono aclara que es muy celoso de su identidad y que la única persona que está
enterada de su actividad como luchador profesional es la directora de la
escuela.
«En mi trabajo la única que sabe que soy luchador es la directora porque
le debo solicitar permiso para salir temprano o para faltar un día que estamos
saliendo de la ciudad, pero la verdad es que ni los niños ni los padres saben
que soy luchador», explicó el gladiador.
Incluso, como una anécdota especial está que una vez uno de sus alumnos lo
descubrió sin máscara.
«Una vez nos llevaron a luchar a la Feria del lugar donde trabajo, y en
esa Feria yo entré lo más desapercibido posible, pero el día de la función nos
estábamos cambiando en unos vestidores de carpa, y cuando estaba arriba del
ring le dije a uno de mis compañeros luchadores: ‘mira, ese niño que está
sentado ahí es mi alumno’, y yo luché, el niño nunca se dio cuenta que era yo,
hasta después que terminó la función el niño se asomó por un rendija de la
carpa, y mi compañero me dijo: ‘oye, ese niño que está allá no es tu alumno’;
lo volteo a ver ya sin mi máscara, y sí era. Al día siguiente cuando llegamos a
la escuela, me dice el niño: ‘maestro, usted estaba luchando ayer en la función
que hubo en la plaza’, y me insistía que sí me había visto sin máscara, y le
dije que no era posible porque estaba en León, Guanajuato, yo lo negué todo el
tiempo, y se lo creyó», relató.
El luchador cuenta que desde niño supo que tenía la virtud de enganchar con la
gente para compartir sus conocimientos.
«Yo creo que desde pequeño se me dio gracias a Dios el don de relacionarme
con la gente. Ya a una edad de que tenía que decidir qué carrera estudiar con
el don que tenía que relacionarme sobre todo con los pequeños me llevó a que mi
familia me sugiriera, y fue así como entré a estudiar como profesor y la verdad
que es algo muy bonito, porque si relacionamos la lucha con la educación pues
trabajamos para los niños, han sido dos facetas diferentes en las que trabajo
para los pequeños», mencionó Trono, quien se va ganando espacio en las
carteleras de la Arena Coliseo de Guadalajara.