Por Edgar Hernández*
¡Al descubierto el bisne del
hermano!
Tonatiuh García Jiménez es otro
que se suma a lista familiar por uso indebido de los dineros públicos.
Queda bajo sospecha que alguien
miente en este entramado de corrupción y ese alguien pareciera ser el señor
López Obrador.
A sus 114 mil mentiras dichas en
sus mañaneras en cuatro años, se tendría que sumar una más, la presunta
honestidad de Cuitláhuac García y su clan.
Por años el Peje pretendió que
nos tragáramos el cuento que su muchachito, el Cuícaras, un gracioso payaso de
carpa que “¡Como nos hacía reír!”, siempre fue la mar de honestidad y cuya
única ambición era chupar chelas los sabadabas e irse de antro con sus medias
hermanas Ailet y Dorheny -hoy, una magistrada y la otra Secretaria del
Trabajo-.
Ya gobernador Cuitláhuac, para el
señor de Palacio Nacional, siempre fue el “bendito”, el “honesto”, “y una
fortuna para los veracruzanos tenerlo como gobernador”.
Nunca reparó que atrás del modito
de hablar y de sus pasitos de salsa, así como su gusto por los tacos de tripa gorda,
se escondía su real apetito, el dinero del cual, a cuatro años de distancia,
aún no ha rendido cuentas ante la Contraloría al no haber registro de su
“Declaración de Bienes”.
Desde el arranque, la opinión
pública veracruzana supo que primo cómodo, Eleazar Guerrero había sido nombrado
Subsecretario de Finanzas para cuidar los dineros… pero del clan.
Los veracruzanos conocimos
asimismo que los nombramientos de altos cargos y magistraturas escondían un
entramado de tráfico de influencias.
Que don Atanasio y el titipuchal
de hijos que procreó -carnales y medios de Cuitláhuac- saldrían buenos para el
billulo y que el cuñado Helio -el de SIOP- se encargaría de la alcancía a
través de la obra pública hasta en el 98 por ciento entregada de manera directa
sin concurso.
El desborde, sin embargo, fue más
allá.
Al estilo Morena de “quien hace
la mano hace la tras”, los equiperos vieron que si el patrón metía la mano al
cajón, pues pa´luego sería tarde, sobre todo en el Año de Hidalgo.
El de Salud, ese chaparrito Alor,
se fue hasta la cocina con el presupuesto hasta que lo echaron; el de la
Secretaría de Gobierno, apodado como bola de billar, se dedicó a venderle a los
gobiernos estatal y municipales “desde clips hasta helicópteros”; la de Sedema
y la dama del DIF, engordaron sus cuentas bancarias hasta que las corrieron; el
de la SSP se fue cabezón… y así hasta el infinito.
La última historia de corruptelas
que se acaba de publicar la registra el Reforma, el diario odiado por AMLO.
Bajo el título de “Se beneficia el
hermano de Cuitláhuac de la televisora en Veracruz” el cotidiano da cuenta de
lo que en modo alguno se sabía y había sido publicado a nivel estatal, que
Tonatiuh García Jiménez, uno de los hermanos del Gobernador, fue beneficiado en
sus producciones audiovisuales tras contratos con la Radiotelevisión de
Veracruz (RTV), organismo descentralizado de la Administración estatal.
“Tona” participó en el 2021 como
guionista y director en proyectos que tuvieron la participación directa del
órgano gubernamental; uno de ellos fue la película «Luna Negra», la
cual recibió un financiamiento millonario, y otro el cortometraje «El
Collar», el cual tuvo producción exclusiva.
RTV fungió como coproductor, con
su director general Víctor Hugo Cisneros Hernández (sobrino del Secretario de
Gobierno, Eric Cisneros), y la productora fue la empresa DMM Films México S.A.
de C.V., cuyo representante es Joel José Núñez Arocha.
En paralelo la Secretaría de
Turismo dio 20 millones de pesos en agosto de este año, para
«promocionar» la película.
La historia da pelos y señales
del enjuague millonario.
La honestidad familiar quedó de
nuevo en entredicho y este escribano en espera de que el OPLE ordene baje la
columna.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo