- En función única, la
cantante Elīna Garanča debutará en la Sala Principal del Palacio de Bellas
Artes el jueves 2 de marzo, a las 20:00 horas
Fue un
sueño que nació después de su primera visita a México en 2017, al conocer el
telón de los volcanes con cristales de Tiffany’s que distingue al Teatro de
Bellas Artes, reveló la mezzosoprano durante la conferencia que ofreció este
martes para anunciar el único concierto que ofrecerá y que forma parte de las
celebraciones por el 75 aniversario de la Compañía Nacional de Ópera (CNO) del
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
Con
esta presentación, la cual se realizará el jueves 2 de marzo, a las 20:00
horas, en la Sala Principal del máximo recinto cultural del país, bajo la
dirección de Constantine Orbelian, la CNO abre su primera temporada: “Es un
privilegio enorme y una celebración en sí. Será la primera ocasión en que Elīna
Garanča suba a este escenario, la cual se había pospuesto por la contingencia
sanitaria por la COVID-19, recordó Alonso Escalante, titular de la Compañía.
Por su
parte, la cantante originaria de Riga (Letonia) expresó: “Lo que busco es el
contacto con el público, recibir sus emociones, así como conocer las culturas a
donde viajo y su comida”.
Al
referirse al público mexicano, dijo: “Lo amo y quiero dar siempre lo mejor,
porque me siento muy esperada. De las transmisiones que hemos hecho desde el
Metropolitan -Opera House de Nueva York- no sabía que había un apego por la
ópera tan grande, pero desde la primera vez que venimos, en 2017, y tuve la oportunidad
de visitar el país y encontrarme en ciudades diferentes, siempre encontré un
público super aficionado. Me da gusto volver”.
Del
repertorio que interpretará, explicó que “es una combinación de repertorio
‘dorado’ para mezzosoprano. Aún tengo un amplio repertorio, pero el mayor éxito
son una serie de arias que la gente quiere escuchar, entre ellas la de Dalila (de
la ópera Sansón
y Dalila, de Camille Saint-Saëns), de Carmen (de Georges Bizet)
o Caballería
Rusticana (de Pietro Mascagni), donde, junto al coro, solicita
tonos altos.
“Soy
una amante de zarzuela, que me ha regalado muchos éxitos durante mi carrera y
siempre crea un buen humor en la sala, por ello será una mezcla entre
repertorio operístico y zarzuela super famoso”, agregó.
En la
conferencia de prensa, detalló que ahora selecciona los lugares en que se
presenta, ya que “he encontrado un punto justo después de interpretar Amneris (de
la ópera Aida),
porque después de este momento todo lo que ha pasado son bonos que no me había
esperado. Este sueño se cumplió”, dijo al detallar que durante su carrera se
han cumplido varios sueños, como presentarse en las principales casas de ópera.
Aseveró
que ya no busca hacer producciones grandes, a menos que realmente le interese,
tanto por su voz como por su vida personal: “Hay que ser realista, la voz es
como un coche, ya no es lo mismo de antes. Hay que saber reconocer el tiempo
justo del retiro. He pensado en ello. Todavía no, pero quizá sea en los
próximos 20 años. También, como mamá de dos niñas, intento combinar mis
diversas facetas para que todas esas partes de mi vida se cumplan de forma
equitativa”.
Reconoció
que ya no le interesan los papeles jóvenes, aunque “lo puedo cantar porque
técnicamente sé lo que necesitan, pero la voz no tiene esa frescura. También
hay repertorio que he cantado suficiente y no pienso repetir más de 50 veces.
Por ello, dijo, busco las posibilidades de abrir mi repertorio, partiendo del
barroco, el bel canto, el romanticismo. El repertorio más
fuerte y dramático, el que cuesta y usa más la voz, lo estoy reduciendo para
darle la fuerza y valoración ideales”.
En la
Sala Manuel M. Ponce, compartió que no hay un protagónico que le interese en
particular. “Sería interesante quizá Lady Macbeth (de Verdi) o Venus (de Henri
Desmarest), pero, soy sincera conmigo y con mi público: no me emociona tanto
como hace 15 años. Y entrar al escenario con un papel que ya no me emociona,
mejor no lo hago”.
Sin
embargo, advirtió que por ello busca abrir su repertorio: “Mi mamá también fue
una cantante de música de cámara y me abrió un mundo maravilloso, sin límites,
con este repertorio que ofrece las canciones con piano, donde se cubre todo: lo
francés, italiano, alemán, sudamericano, y es una posibilidad de continuar
cantando.”
Por su
parte, Constantine Orbelian, quien será el director concertador, expresó
sentirse como “el director más suertudo del mundo al tener a esta genio y
grandiosa cantante junto a mí y, especialmente, por tener la oportunidad de
volver a estar en este increíble teatro, donde colaboré anteriormente con Renée
Fleming.
Sobre
el programa, detalló que el concierto abrirá con el “fantástico coro de Nabucco de
Verdi, el Bacanal de Sansón y Dalila, la Danza
española de La vida breve, de Manuel de
Falla, el gran coro de Caballería Rusticana, de
Mascagni y otras muchas arias maravillosas que el público va a reconocer”.
Sobre
su colaboración con el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, indicó
que son agrupaciones que conoce bien y con las que quiere pasar un buen
momento. “Pienso que una orquesta de buen humor puede ofrecer una experiencia
positiva”.