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María del Carmen buscaba a su hijo
desaparecido en junio de este año antes de ser asesinada en Abasolo el domingo
pasado
De la rama de un árbol, en la
zona centro de Abasolo, pende el último mensaje de María del Carmen a su hijo
Osmar desaparecido en junio de este año: “solo le pido a Dios que me alcance la
vida para encontrarte. Estos meses han sido de los más difíciles sin ti”. Fue
asesinada un día después de que lo colgó.
Las palabras están plasmadas
detrás de una foto de su hijo enmicada, al igual que otras decenas de imágenes
que también fueron sujetadas al mismo ficus. El sábado pasado, integrantes del
colectivo, Personas Desaparecidas Pénjamo, al que María pertenecía, acudieron a
colgar el tendedero para visibilizar a sus seres ausentes.
“Te extrañamos, quiero volverte a
abrazar”. Así termina el mensaje, escrito con plumón indeleble negro, unas
horas antes de que fuera privada de la vida. Fue la noche del domingo 6 de
noviembre cuando sujetos armados llegaron a su domicilio, en la calle Leandro
Valle, y le dispararon sin que ella lograra volver a ver a su hijo.
Tenemos miedo
Son las cuatro de la tarde del
lunes 7 de noviembre. Junto al árbol con las fotos de las personas
desaparecidas está Erika, ella busca a su exesposo desde hace 6 años. Se acercó
para revisar que su foto estuviera colgada en el mismo árbol, porque ella no
tuvo oportunidad de asistir al evento del sábado anterior.
“Estoy apoyándolos porque el papá
de mi niña hace cinco años lo desaparecieron. No tenemos noticia alguna de él y
es lamentable lo que pasó ayer”, comenta mientras dirige su mirada a la
fotografía de Osmar.
Después del asesinato de su
compañera buscadora, el temor a ser víctima del crimen organizado no da tregua
y más bien aumenta. Tiene miedo a hablar, pero tampoco se quiere quedar
callada. Cada vez le provocan más nerviosismo las búsquedas, pero no puede
parar. Sabe de los riesgos de ser buscadora, pero no quiere dejar el apoyo a su
colectivo.
“La verdad tengo miedo. Yo sí
tengo miedo. Estábamos platicando con una compañera que también su hijo lo
levantaron, y sí estamos temerosas de que nos vaya a pasar algo, ya ni siquiera
nosotros estamos seguros”.
La Fiscalía General del Estado,
informó que fue creada una célula de trabajo para dar con los responsables del
asesinato y llevarlos ante la autoridad judicial.
En tanto, la fotografía de Osmar
permanece en el árbol en donde su madre le dejó las últimas palabras sin saber
que, unas horas después, se le acabaría la vida.