Javier
Hernández mostró el lado más humano y auténtico del «Chicharito». El
jugador reveló que un día se cansó de no ser él y eso lo sumió en una fuerte
depresión que ha superado.
Más allá de hablar de goles o del momento futbolístico que atraviesa, el
futbolista ha optado por darse a conocer tal cuál es y el proceso que ha sido
en su vida convivir con ello.
«Yo vivía en Guadalajara, hice 11 goles, me compró el Manchester United y
me convertí en una cosa», recordó Javier Hernández ayer en su visita a
Guadalajara en el Albergue Infantil Los Pinos.
«Hasta parece que por como está hecho el sistema no quieres que te vaya
bien porque eso está de la chingada, ¡se te crucifica porque te vaya
bien!», reflexionó.
El «Chicharito» relató los momentos emocionales y mentales que
transita a diario.
«Me llegó la depresión porque me cansé de no ser yo. Seguí patrones con
los que crecí, tenía heridas que no había sanado y quería llenar vacíos que
tenía. Fue tocar el fondo para aceptar que hay un vacío existencial que nunca
voy a poder llenar. Que ninguno de nosotros va a llenar», dijo Hernández
con sinceridad.
«Con amor propio fue como salí, es aceptarte y apapacharte, era voltearte
a ver a los ojos y decir: ‘mira Javier, eso eres tú’. Y mis hijos me ayudaron
muchísimo, ellos vinieron a enseñarme que no tenía de otra más que amarme para
que pudieran ver a la mejor versión de su padre. Ellos me dijeron: ‘o le
chingas o te amas o le das con todo para ver a su padre lo más pleno, trabajo,
humano y entregado posible’. Ellos dos vinieron a darme el tiro de gracia de la
depresión para hacerme ver que nadie me iba a sacar o nadie tiene la
responsabilidad de tu vida más que tú. Fue cerrando heridas, viviendo
experiencias, amarme y aceptarme tal cuál como soy, con mi luz y mi
sombra».
Al ser una figura pública y un ejemplo de perseverancia, «Chicharito»
ha optado por asumir eso siendo honesto primero con él mismo.
«La responsabilidad más grande es ser yo, para que los niños puedan ser
ellos mismos. Ellos no tienen que ser como Chicharito, tienen que ser como
ellos y mejor que yo, solo habrá cosas que Chicharito hace y les pueden ayudar
en su vida».
«Yo también crecí creyendo que llegas a un nivel donde ya no puedes ser
humano, ¿solo por qué?, porque hay mucha responsabilidad, pero yo sé eso, pero
no hay manera más natural, profunda y real que ser como soy. Y otros lo habrán
hecho como quisieron, yo lo haré como lo sienta. A mí entre más fama me llegó,
menos personas me hablaban del lado humano. Así lo poco o mucho que alguien
pueda tomar de mí, va a ser real al 100 por ciento», apuntó
«Chicharito».
ASÍ LO DIJO
«Yo también he tenido ansiedad, tuve una ansiedad fuertísima; he tenido
problemas familiares. No estoy viendo a mis hijos como quisiera verlos, y ahí
estoy. Es un trabajo día a día. Soy un humano más y eso fue lo que me sacó de
la depresión, aceptar eso».
«Nos encanta decir: ‘es un chingón’, o ‘ya no vale para nada’ o ‘ya se
tuvo que retirar hace dos años’ y yo nada más quiero mostrarle eso a los
chavitos y a la gente. A veces no somos tan valientes para sanar y atravesar el
dolor que conlleva crecer interna y superficialmente».
«No hay millones, no hay goles, fama, récords, mundiales, trabajos,
reloj, carro, ropa. No hay nada que te vaya a hacer sentir lo más pleno posible
que el amor que tú te das internamente».
«Ayer no dejé de llorar porque llegué a la casa de mi abuelo y no está
él. La gente puede decir: ‘hay niños y chavos que no tienen a sus padres’, lo
sé, pero, ¿eso significa que no puedo llorarle a mi abuelo?».
Javier «Chicharito» Hernández
Delantero de LA Galaxy