Tijuana, B.C., 24 septiembre 2023.- “Bienvenidos a esta locura, a esta magia, a este sueño que sigue siendo Caifanes”, dijo Saúl Hernández al público que acudió el sábado pasado a la Plaza Monumental.
Más de 8 mil almas llenaron el espacio designado para el concierto en el coso de Playas de Tijuana y se encontraron con un quinteto revitalizado y con evidentes deseos de entregarse en el escenario por espacio de dos horas.
El vocalista y guitarrista Saúl Hernández, el baterista Alfonso André y el tecladista y saxofonista Diego Herrera, ahora acompañados en guitarra por Rodrigo Baills y el tijuanense Marco Rentería en bajo, hicieron un repaso por la trayectoria discográfica del grupo, con algunas piezas más recientes e incluso un toque de Jaguares.
Con esta alineación el grupo se escuchó fresco y realmente parecían disfrutar de estar compartir juntos el momento, lo cual se trasmitía hacia el público.
Marco Rentería estaba en perfecta sintonía con Alfonso André para dar una base sólida y en la que el tijuanense inyectaba la vibra necesaria. A su vez, Baills tomaba el distintivo sonido de Alejandro Marcovich cuando lo requería la canción, pero no temía inyectar su propio sabor cuando se prestaba la ocasión.
De esta forma, los presentes vibraron y corearon canciones como “Viento”, “Para que no digas que no pienso en ti”, “Detrás de ti”, “Nubes” y “Mátenme porque me muero”, también escucharon cuando la banda buscó crear conciencia.
Dos de los momentos más poderosos del concierto se dieron en esas circunstancias.
En su introducción a “Ayer me dijo un ave”, tema que se acompañó de un video con imágenes de niños mexicanos, Saúl dio la bienvenida a la “nueva generación caifán” y habló de la importancia de mantener la inocencia de los más pequeños.
“Nosotros probablemente ya la calabaceamos, estamos ya en otro nivel, pero ellos no, ellos mantienen esa pureza, ese amor. Hay que cuidarlos, hay que escucharlos y hay que protegerlos para que nadie raza, absolutamente nadie, les haga daño”, pidió.
Tras esa canción, Caifanes abrió su espacio a Vivir Quintana a través de su video de “Canción sin miedo”, que mostraron en las 3 grandes pantallas de su escenario. Urgió Saúl Hernández a resolver la crisis de mujeres desaparecidas y feminicidios en México, y dijo que aunque este tema ya lo han planteado antes, “no nos vamos a cansar de hablar de esto, porque continúa”.
La despedida del grupo se dio con una extensa interpretación de “Afuera” que unió una versión más rítmica, casi irreconocible para el auditorio de esta pieza, con la parte final en el estilo de la grabación que viene en el álbum “El nervio del volcán”; el cierre fue un caos sonoro encabezado por las guitarras que dejó extasiado al público.
Pocos minutos después, Diego Herrera salió armado con su saxofón para ofrecer algunas notas antes de interpretar una estrofa del Himno Nacional Mexicano. Se le unió el resto del grupo y el público se excitó al reconocer las primeras notas de “Aquí no es así”.
De ahí no dejaron de cantar junto con el grupo “No dejes que…”, “La célula que explota” y “La Negra Tomasa”, que culminó en otro despliegue de bombardeo auditivo que aplaudieron eufóricamente los presentes.
Respaldados por un buen sonido y espectáculo visual que hizo su parte sin restarle a la música, los integrantes de Caifanes se mostraron en todo momentos sueltos, naturales y dispuestos a ser uno con su público: En “No dejes que..” subieron a una joven fan para que los acompañara al micrófono; al cerrar la noche, aceptaron regalos de sus fans y hasta firmaron discos.
“El amor es un espacio muy grande, inmenso”, dijo en un momento de la velada Hernández, por lo que las grabaciones que indicaron al público que ya había acabo el concierto siguieron esa misma línea: “Imagine” de John Lennon y “All You Need is Love” de los Beatles.
