Legisladores estadounidenses detallaron este martes una
reunión «desquiciada» y «loca» entre el ex Presidente
Donald Trump y sus asesores en la que estudiaron opciones desesperadas,
incluyendo usar al Ejército para incautar máquinas de votación, para mantener
al republicano en el poder pese a que había perdido las elecciones de 2020 ante
Joe Biden.
Los miembros del comité de la Cámara de Representantes que
investiga el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 acusaron a Trump de
incitar a sus partidarios en último intento de conservar la Presidencia
mientras el Congreso certificaba formalmente su derrota electoral.
Los legisladores dijeron que asesores de su Gobierno y de su campaña le dijeron
a Trump que había perdido las elecciones presidenciales de 2020 y que debía
reconocer la victoria de Joe Biden, pero que él decidió ignorar los consejos.
Testigos en un video describieron una tensa reunión de seis horas en diciembre
de 2020 en la que Trump desoyó los consejos y se puso del lado de asesores
externos que le instaron a seguir insistiendo en sus infundadas afirmaciones de
fraude electoral.
Trump fue en última instancia responsable del caos que siguió, dijeron los
legisladores.
«El Presidente Trump es un hombre de 76 años. No es un niño impresionable.
(…) Es responsable de sus propias acciones y sus propias decisiones»,
dijo la representante republicana Liz Cheney, Vicepresidenta de la comisión.
«La estrategia ha sido culpar a la gente que sus asesores llamaron ‘los
locos’ por lo que hizo Donald Trump. Esto, por supuesto, no tiene
sentido».
Los miembros del comité dijeron que Trump incitó la revuelta con su negativa a
admitir que perdió las elecciones y con llamados en Twitter el 19 de diciembre
de 2020 para que sus partidarios acudieran a Washington para una «gran
protesta», diciendo: «Estén allí, será una locura».
Los siete demócratas y dos republicanos del comité han usado las audiencias
para cimentar un caso en el que los esfuerzos de Trump para anular su derrota
en las elecciones de noviembre de 2020 constituyen una conducta ilegal, que
escapa a lo normal en política.
Trump, un republicano que ha insinuado que podría aspirar de nuevo a la Casa
Blanca en 2024, niega haber actuado mal y ha afirmado falsamente que sólo
perdió por un fraude generalizado que benefició a Biden, un demócrata.
La audiencia también iba a analizar los vínculos entre grupos militantes de
derecha, incluidos los Oath Keepers, Proud Boys y el movimiento conspirativo de
internet QAnon, Trump y sus aliados.
Detallan una reunión ‘desquiciada’ de Trump con sus asesores
La audiencia contó con el testimonio en video de Pat Cipollone, ex asesor de la
Casa Blanca de Trump, quien habló con los investigadores del comité durante
ocho horas a puerta cerrada el viernes.
Cipollone dijo que había instado a Trump a reconocer su derrota.
El comité reprodujo testimonios grabados de Cipollone y otras personas del
Gobierno de Trump en los que se describía una airada reunión el 18 de diciembre
en la que un puñado de asesores externos de Trump, entre ellos su abogado
personal Rudy Giuliani, le animaron a impugnar el resultado de las elecciones.
Basándose también en el testimonio del ex fiscal general William Barr, el
comité detalló que en esa reunión los asesores de Trump le propusieron lanzar
una orden ejecutiva para que el Ejército incautara las máquinas de votación en
estados cruciales que el entonces Presidente había perdido.
«El viernes 18 de diciembre, su equipo de asesores externos le hizo una
visita sorpresa a la Casa Blanca que rápidamente se convertiría en
leyenda», dijo el representante demócrata Jamie Raskin.
«La reunión ha sido llamada desquiciada, no normal, y la reunión más loca
de la Presidencia de Trump».
Mientras la reunión, en la que también participaron Sidney Powell y Michael
Flynn se volvía más acalorada, se barajaron otras opciones como otorgar a
Powell poderes de seguridad y nombrarla al frente de los esfuerzos legales para
anular los resultados.
Según Raskin, la reunión duró varias horas, pasó de la Oficina Oval a otras
áreas del Ala Oeste de la Casa Blanca y terminó en la residencia presidencial.
Durante esta tarde, hubo fuertes discusiones, incluyendo «retos a peleas
físicas».
El ataque en el Capitolio, tras un discurso de Trump en un mitin frente a la
Casa Blanca, retrasó durante horas la certificación de la elección de Joe
Biden, dejó más de 140 policías heridos y causó varias muertes.