A mediados del año pasado, la Fiscalía de la Ciudad de México
cerró a DNV el acceso a los estudios que realizaban los peritos oficiales
asignados al caso del colapso de la Línea 12 del Metro, debido a que la empresa
noruega empezó a cuestionar la metodología de sus forenses.
También negó a la consultora el acceso a la información del protocolo de
prueba, los procedimientos relacionados con la limpieza, la documentación
fotográfica, el corte, la fractografía, la metalografía y dureza, los
estándares que seguirían los peritos oficiales y los datos que recopilaran.
Sólo autorizó el acceso a la documentación hasta que los expertos de la
Fiscalía emitieran su dictamen.
El 30 de junio de 2021, la Fiscal María de la Luz Alcántar Alcántar,
responsable de la investigación ministerial del siniestro, negó a DNV y a su
integrante Raúl Avilés Atrián el ingreso al Centro de Investigación e
Innovación Tecnológica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde se
llevaban a cabo los análisis.
«Se tiene conocimiento de que la persona autorizada para
estar presente en las pruebas únicamente en calidad de observador, se condujo
de manera inadecuada, ya que pretendió cuestionar al personal de laboratorio,
así como a los peritos, respecto de los métodos y formas en los que se
desarrollaban los estudios de manera que pretendía intervenir en el desarrollo
y metodología utilizada por los peritos oficiales y habilitados, así como del
personal del laboratorio contratado para realizar los estudios, conducta que no
es dable puesto que pone en riesgo la imparcialidad del peritaje que se está
realizando y, por ende, su valor como acto de investigación», dice el
oficio suscrito por la funcionaria.
Alcántar señala que «no es lógico y congruente» que DNV, habiendo
tomado sus propias muestras para análisis forenses, pida presenciar el
procedimiento que utilizarían los peritos de la Fiscalía y solicite acceso a
sus documentos, protocolos, estándares y datos obtenidos, dado que se trata de
personal calificado y certificado y no deben «contaminarse» los
estudios de cada equipo de expertos.
Por ello, en esa fecha canceló la autorización de acceso al ingeniero Avilés
Atrián, aunque dejó abierta la posibilidad de pedir un nuevo permiso para tomar
muestras de los materiales resguardados en Talleres Tláhuac del Sistema de
Transporte Colectivo.
REVELA MANUAL QUE COLAPSO PUDO EVITARSE
El manual de mantenimiento de Grupo Carso, empresa encargada de la construcción
del tramo que colapsó en la Línea 12 del Metro, refuerza la conclusión de DNV
acerca de que el desplome se pudo haber evitado.
El manual advierte que el tramo elevado debía ser revisado en aspectos
principales, desde el hundimiento regional, filtraciones, pandeos, grietas
soldaduras y aún más, después de sismos de magnitud superior a 6.5 o tras
cargas no previstas.
El documento enfatiza en que, en caso de dudas de la integridad de las
estructuras metálica y de concreto, se debe priorizar la inspección mediante
radiografías o ultrasonido para hacer un mantenimiento mayor y no sólo
superficial o cotidiano.
En su último dictamen de causa-raíz, del que REFORMA posee copia, la empresa
noruega DNV establece que el desplome que dejó 26 muertos y más de 100 heridos
pudo haberse evitado y que hubo una «falla en cascada» que llevó al
colapso.
Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno, rechazó tener responsabilidad, dijo
sentirse muy tranquila y afirmó que ninguna inspección podía haber detectado
una falla técnica en la Línea 12.
Sin embargo, el manual de Grupo Carso para la Línea 12 enfatiza en que sí se
pueden hallar y prevenir problemas graves con inspecciones profundas,
utilizando radiografías, ultrasonido o líquidos penetrantes ante sospechas como
las que se documentaron desde hace años, en pandeos y grietas.
«Si se tiene duda del estado de una soldadura, la inspección se hará
mediante radiografías, ultrasonido o líquidos penetrantes», destaca en uno
de sus apartados.