Croacia hizo valer su experiencia
en este tipo de competiciones ante un equipo belga incapaz de reafirmar porque es
considerado uno de los favoritos de la Copa del Mundo. Con actuaciones nada
convincentes ambos equipos llegaron al juego decisivo para el pase a la segunda
fase.
Era el partido del miedo, el
partido que no querían jugar dos selecciones europeas que llegaban a Catar con
grandes ambiciones pero que vivían un Mundial sin brillar hasta el momento.
La primera parte ofreció un duelo
muy intenso, pero casi sin ocasiones claras. El partido se animó tras el
descanso. Los Diablos Rojos tenían que ganar y pusieron a Lukaku, que remató al
poste y tuvo tres grandes ocasiones en la recta final. Pero los croatas nunca
se doblegaron y aprovecharon todos los espacios disponibles para también
representar una amenaza constante. Los compañeros de Modric no consiguieron
asegurarse el primer puesto del grupo (Marruecos les robó ese honor al vencer a
Canadá), pero estarán en octavos de final. En cuanto a Bélgica, tercera en
Rusia 2018 y segunda nación en el ranking mundial de la FIFA, ya puede hacer
las valijas.
Momento clave
A los 15 minutos, Croacia pensó que había ganado un penal por una falta de Carrasco sobre Kramaric. Sin embargo, la decisión fue anulada después de que un árbitro de video señalara una posición de fuera de juego.
Los datos estadísticos
· En sus últimos 10 partidos de la Copa Mundial, los croatas sólo han perdido una vez (5 victorias y 4 empates). Eso fue en la final, hace cuatro años, contra Francia (4-2).
Jugador del partido Budweiser
Luka Modric