La rehabilitación
de las barrancas de la Ciudad de México no ha sido pareja y sus contrastes se
notan, incluso, entre las que se ubican en una misma zona.
Es el caso, del sistema de cuencas que se ubica al poniente de la Capital.
Ahí coexisten la Barranca de Dolores, la de Barrilaco y la Becerra.
La de Dolores, que cruza la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec, fue
rehabilitada recientemente con un presupuesto de 270 millones de pesos
provenientes del proyecto Naturaleza y Cultura del Gobierno federal.
La de Barrilaco es una de las pocas rescatadas por organizaciones civiles y
vecinos quienes dieron continuidad a través del ejercicio del Presupuesto
Participativo, para diseñar andadores peatonales que permitieran caminar entre
la vegetación.
Todo lo contrario se observa en la Barranca Becerra, donde un arroyo con
drenaje desciende a través de viviendas que, en algunos casos se tratan de
asentamientos irregulares.
De acuerdo con el Atlas de Riesgo de la Alcaldía Álvaro
Obregón, que es la demarcación con más cañadas urbanizadas, estos asentamientos
corren el riesgo del colapso por haber sido construidos en los bordes de los
cauces.
A esto se suma la generación de desechos por parte de los habitantes de dichas
viviendas.
«Existe la práctica de tirar basura hacia el río y la barranca, lo que
genera diversas problemáticas como el mal olor y el desbordamiento del agua,
sobre todo en época de lluvias», señala un estudio de la especialista
Laura Ortiz Madariaga, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Para proteger las cuencas, 28 de las 74 más grandes han sido declaradas Áreas
de Valor Ambiental (AVA) por la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la
Ciudad de México.
Sin embargo, eso no ha impedido su urbanización.
En la cuenca del Río Tacubaya, por ejemplo, se construye un tramo del Tren
Interurbano México-Toluca, mientras que, en la Barranca de Tarango,
propietarios de predios consiguieron exenciones para evitar la protección
ambiental para después, en 2017, gestionar la creación de un Sistema de
Actuación por Cooperación (SAC) con el propósito de facilitar obras
posteriores.
Este SAC fue finalmente anulado, aunque el grupo de dueños promovieron juicios
de amparo, indicó el subprocurador de la Procuraduría Ambiental y del
Ordenamiento Territorial (PAOT), Marco Antonio Esquivel.