· El rector de la UNAM y presidente del Comité
Internacional del V Encuentro Internacional de Rectores de Universia participó
en la mesa redonda “Universidad y Sociedad”, junto con rectoras y rectores de
Iberoamérica
·
Esta transición mejoraría el acceso a estudiantes que, por motivos geográficos,
económicos o personales no pueden asistir de manera presencial, añadió
Aunque la
pandemia catalizó la integración de las nuevas tecnologías a los procesos de
enseñanza-aprendizaje, dando lugar a un sinnúmero de oportunidades educativas
innovadoras que se deben aprovechar, hay que reconocer que la educación
presencial sigue siendo una herramienta única y enriquecedora para el
crecimiento personal y académico.
Así
lo afirmó el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y
presidente del Comité Internacional del V Encuentro Internacional de Rectores
de Universia, Enrique Graue Wiechers, quien agregó que ambos modelos demandan
superar dificultades presupuestarias, materiales y de conocimientos
especializados.
Al
participar en la mesa redonda “Universidad y Sociedad”, con rectoras y rectores
de Iberoamérica y miembros de la Asociación Internacional de Presidentes de
Universidades, también dijo: “en el futuro, es probable que se adopte un
enfoque híbrido y flexible en la educación, y que se aprovechen las ventajas de
la digitalización y de los modelos virtual y presencial, dando como resultado
una combinación que permita desarrollar más capacidades en nuestros académicos
y estudiantes y, con ello, una ciudadanía integral y flexible”, puntualizó en
el evento presidido este año por la UNAM.
Esta
transición tiene el potencial de mejorar el acceso a la educación para aquellos
estudiantes que, por motivos geográficos, económicos o personales, no pueden
asistir de manera presencial, agregó en la mesa redonda en la cual también
intervinieron las rectoras de las universidades de Valencia y Granada, España,
María Vicenta Mestre Escrivá y Pilar Aranda Ramírez, respectivamente, así como
el rector de la Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez.
El
rector de la UNAM explicó que, de acuerdo con el Banco Mundial, previo a la
pandemia, la penetración de internet en Iberoamérica era de 66 por ciento, lo
cual implica un primer obstáculo relevante para el uso de tecnologías digitales.
Además, el acceso a esta red es significativamente dispar entre los países y
distintos grupos sociales.
La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos también señalaba
que en 2015 solo 19 por ciento de los programas se centraba en educación a
distancia, y 16 por ciento utilizaba modalidades híbridas con enfoque virtual
en las universidades.
“Si
bien se puede suponer que los estudiantes y docentes universitarios son los que
mejores condiciones presentan para lograr una apropiación digital efectiva en
su formación y actividades cotidianas, la realidad muestra que aún estamos
lejos de generalizarla”, expresó Graue Wiechers acompañado por Tomás Morales,
presidente de California State University San Bernardino y Sue Cunningham,
presidenta y directora Ejecutiva del Council for the Advancement and Support of
Education.
A
pesar de la adopción de las nuevas tecnologías, prosiguió, es importante
reconocer que la educación presencial sigue siendo una herramienta única.
“Definitivamente, no hay forma de sustituir la convivencia e interacción
directa entre alumnos y profesores, así como lo enriquecedor que es el
intercambio de ideas y experiencias en un entorno físico, lo que aporta
elementos para el crecimiento personal y académico de nuestras comunidades”.
Emprendimiento
y redes de colaboración
Respecto
al impulso al emprendimiento y la innovación, Graue Wiechers sostuvo que en los
últimos años Iberoamérica ha sido testigo de un impresionante crecimiento de
empresas emergentes y el valor de su ecosistema emprendedor, el cual ha
aumentado hasta 32 veces. Además, las universidades son las instituciones que
concentran las actividades de Investigación y Desarrollo.
“El
59 por ciento de los investigadores en Iberoamérica realiza sus actividades en
las instituciones de educación superior y el 42 por ciento del gasto en
Investigación y Desarrollo se ejecuta en ellas. Por ello, es importante
desarrollar programas de incubación y aceleración de empresas, así como de
financiamiento de proyectos para sus académicos, alumnos y egresados, a fin de
que puedan ayudar a los emprendedores a llevar sus ideas a la realidad y
convertirse en líderes en sus respectivos campos”, acotó.
El
fomento del emprendimiento en las universidades puede impactar positivamente en
la economía local y global, generar empleo y promover la innovación. “Las
instituciones de educación superior y la industria pueden convertirse en un
motor estratégico de innovación, mediante el desarrollo de proyectos de
investigación y programas de licenciatura y posgrado, enfocados en soluciones y
productos que beneficien a la sociedad en general”, aseveró.
Sobre
el tema de fomento de redes e interconexión entre universidades indicó que
estas instituciones deben responder de forma coordinada a la globalización e
interconectividad, prácticamente en todos los ámbitos de la vida humana. Por
ello, es vital fortalecer y ampliar las redes de colaboración y crear nuevos
marcos para la movilidad académica, que permitan a sus comunidades experimentar
diferentes culturas y entornos académicos, adquirir nuevos conocimientos y
habilidades.
La
colaboración entre universidades y países contribuye a crear un ambiente
educativo más inclusivo, diverso y tolerante, necesario para enfrentar los
desafíos comunes de este siglo, garantizando la igualdad de oportunidades en el
desarrollo de sociedades más justas, apuntó el rector.
Citó
datos de la UNESCO los cuales indican que para 2018 el número total de
estudiantes internacionales llegó a 5.6 millones, más del doble de lo
registrado en los últimos 20 años. El crecimiento promedio por año fue de cinco
por ciento.
“Ante
esta alentadora dinámica, las universidades debemos seguir propiciando la
creación de marcos y redes más amplias, abiertas e inclusivas, con la finalidad
no solo de sostenerla, si no de acrecentarla”, insistió Graue Wiechers.
FUENTE: UNAM