Una ola de ataques rusos con misiles y drones
provocó al menos 26 muertos este viernes en Ucrania, cuyas autoridades
anunciaron que los preparativos para su contraofensiva “llegan a su fin”.
“Los
preparativos llegan a su fin”, declaró el ministro ucraniano de Defensa,
Oleksiy Reznikov, en referencia a una contraofensiva esperada desde hace meses
para reconquistar territorios ocupados por Rusia en el este y en el sur de
Ucrania.
“El equipamiento fue prometido, preparado y
parcialmente entregado. En un sentido amplio, estamos listos”, agregó en una
rueda de prensa en Kiev, en referencia al envío de material occidental,
incluyendo tanques y blindados, además de municiones.
El
ministro agregó: “En cuanto exista la voluntad de Dios, la meteorología y la
decisión de los comandantes, lo haremos”.
En
la madrugada, ataques rusos de gran envergadura, que fueron los primeros desde
principios de marzo, alcanzaron varias ciudades ucranianas.
El
presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, los condenó y prometió una respuesta
al “terror ruso”. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó que Moscú
bombardeó “objetivos militares en Ucrania” con “armas de alta precisión”.
En
la ciudad ucraniana de Uman, de unos 80.000 habitantes, al menos 23 personas,
entre ellas cuatro niños, murieron por un misil que cayó sobre un edificio de
viviendas, según el gobernador regional, Igor Taburets.
“Quiero
ver a mis hijos, vivos o muertos”, dijo a la AFP Dmitri, un hombre de 33 años
cuyo edificio en Uman fue alcanzado por un misil. “Están bajo los
escombros”, añadió.
El
hombre contó que es originario de Lugansk, una zona del este bajo control
ruso. “He visto muchas cosas, pero aún no he perdido a mis hijos”, afirmó.
En
Uman, en el centro del país, a unos 200 kilómetros al sur de Kiev, periodistas
de la AFP observaron un edificio residencial destrozado y cascotes esparcidos
por el suelo.
Ataques contra Kiev y Dnipró
En
Dnipró, en el centro-este de Ucrania, otro ataque provocó dos muertos, según el
alcalde, Boris Filatov, que informó que las víctimas son una mujer y un niño de
tres años.
El
ejército ucraniano afirmó en Telegram que derribó “21 misiles crucero
X-101/X-555 de un total de 23 y dos drones”.
El
ataque fue lanzado “hacia las 04H00 de la mañana” (01H00 GMT) desde bombarderos
estratégicos rusos de tipo Tu-95 situados en la zona del mar Caspio, indicó la
misma fuente.
En
Kiev, una línea eléctrica quedó cortada por la caída de escombros, que también
provocaron daños en una carretera, según las autoridades.
En
la localidad de Ukrainka, las esquirlas de un misil abatido cayeron sobre un
edificio, hiriendo a una niña que tuvo que ser hospitalizada, indicó el
gobernador local, Ruslan Kravchenko.
Rusia
bombardeó continuamente las ciudades ucranianas y la infraestructura del país
durante el invierno boreal, pero los ataques amainaron en los últimos meses.
En
tanto, en Donetsk, la principal ciudad controlada por Moscú en el este de
Ucrania, las autoridades prorrusas afirmaron el viernes que nueve personas
murieron y 16 resultaron heridas en ataques de las fuerzas ucranianas.
Una esperada contraofensiva
La
posibilidad de una contraofensiva del ejército ucraniano, apuntalada por el
material entregado por Occidente, implicaría que la guerra entrase en una nueva
fase, más de un año después del inicio de la invasión en febrero de 2022.
Los
aliados de la OTAN y sus socios entregaron a Ucrania 230 tanques y 1.550
vehículos blindados, anunció el jueves el secretario general de la alianza
atlántica, Jens Stoltenberg.
Por
su parte, Rusia, que controla alrededor del 20% del territorio ucraniano, ha
movilizado a cientos de miles de reservistas para mantener sus avances
territoriales en el este y en el sur y mantiene el objetivo de conquistar la
totalidad del Donbás, una región oriental conocida por su actividad industrial.
Los
combates entre las tropas rusas y las ucranianas están concentrados en el este
del país, donde se libra una batalla por el control de la localidad de Bajmut,
que está casi totalmente destruida.
El
viceprimer ministro ruso Marat Khusnullin afirmó el viernes que visitó Bajmut y
prometió que Rusia reconstruirá la localidad.
En
el plano diplomático, apenas se esboza la posibilidad de un alto el fuego o de
un acuerdo de paz, a pesar de algunas iniciativas en este sentido en los
últimos meses por parte de China o Brasil.
El
presidente ucraniano pidió este viernes a su homólogo chino, Xi Jinping, que le
ayude con el retorno al país de niños “deportados” por Rusia, que Kiev
contabiliza en 20.000.
Por otro lado, la Comisión Europea anunció que Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumania y Eslovaquia aceptaron, pese a sus reticencias iniciales, prorrogar la suspensión de los aranceles y derechos sobre el grano ucraniano importado por los países de la Unión Europea.