• El
Banco Mundial estima que la proyección de crecimiento económico en el orbe es
de 1.7 por ciento, señaló Ana Luisa Trujillo Juárez
La guerra entre Ucrania y Rusia será el
epicentro de la agenda global durante 2023 en temas como las crisis alimentaria
y energética, así como el multilateralismo, afirmó la académica de la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), de la UNAM, Ana Luisa Trujillo
Juárez.
Al
participar en el podcast Construyendo el debate, organizado por la entidad
académica, indicó: los grandes factores que apuntan hacia una situación
económica compleja son la inflación, alzas en las tasas de interés, ruptura de
cadenas de suministro y, en algunos casos, de las de producción, entre otros.
En este contexto, expuso que la proyección de
crecimiento para China no será la misma. Hay quienes señalan que será de 3 por
ciento, o de 4 por ciento, lo que repercutiría en la economía mundial. En tanto
que la nación asiática se recupere y empiece nuevamente a generar movimientos a
nivel internacional, por ejemplo con el turismo, de esta manera favorecería su
revitalización y la del orbe.
El Banco Mundial, añadió, estima en 1.7 por
ciento el crecimiento global en el orbe, aunque de manera dispar para América
Latina, refirió la universitaria durante su participación Proyección
sociopolítica: el mundo 2023.
Existen regiones que tendrán consecuencias
importantes. “Me refiero a Europa, para quien la proyección de crecimiento
económico no es favorable pues podría ser de .2 por ciento; hay quienes señalan
que no habrá ningún crecimiento en la zona Euro. Tiene que ver con que es la
región inmediata al espacio donde las consecuencias de la guerra son más
evidentes, debido a la importancia de los energéticos rusos para la economía y
la industria de la región europea”.
El panorama es complejo, alertó. Aunque los
analistas predicen que la inflación cederá para el segundo semestre de 2023, no
significa que la Unión Europea recuperará los parámetros prepandemia.
Obviamente, eso tendrá repercusiones y condiciones importantes en las economías
del mundo.
Trujillo Juárez dijo que el conflicto bélico en
Europa implica una serie de problemas, lo más significativo y dramático son las
sanciones impuestas a Rusia para que no se le compre petróleo; pero no ha
funcionado del todo porque la India compra grandes cantidades del energético y
gas rusos, lo que alivia su economía y le permite seguir en el frente de
guerra.
Otro elemento que agrava la situación económica
es la crisis alimentaria y la posibilidad de una hambruna mundial, que ya
afecta a algunos países de la región de Medio Oriente; la gente ve deteriorada
su capacidad de compra, incluso, en algunos casos, les es imposible adquirir
alimentos, lo cual, a su vez, genera una ola de manifestaciones de descontento.
En la nueva configuración de la economía y de
los procesos productivos a nivel mundial, que se conoce como relocalización de
las empresas o nearshoring, analistas prevén que México podría salir
beneficiado.
Para la académica el hecho de que Estados
Unidos haya enviado armamento pesado a Ucrania no implicaría que el conflicto
escale a nivel mundial, puesto que no sería favorable para nadie pues las
economías globales son interdependientes. “Tampoco creo que Rusia tenga
capacidad para hacer frente a la OTAN como tal, ni que China quiera acompañar a
Rusia en ninguna empresa bélica”.
Lo que veremos al finalizar el invierno será
mayor presión para que Ucrania y Rusia cedan o se reúnan a negociar. En ese
sentido irá el desarrollo del conflicto; esperemos que así sea, porque las
consecuencias han sido numerosas y aún no alcanzamos a ver cuál es la
dimensión, acotó Trujillo Juárez.
FUENTE: UNAM