Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
Sin prisas, pero sin pausas la
oposición partidista se organiza y prepara una embestida legal contra Morena
por nominaciones anticipadas, proselitismo electoral, actos adelantados de
campaña y uso de recursos públicos de manera ilegal.
A la cabeza se encuentra el
secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien carga además con una denuncia por
violencia de género que lo inhabilita para competir por la gubernatura.
El Bola #8 lleva al menos cuatro
años en embozada campaña proselitista que convirtió en descaro cuando se sumó a
la campaña de Delfina Gómez en el estado de México y en abierto en Veracruz
cuando se acordó que era prieto, que siempre pensó en los de su color -no los
de Ensenada donde siempre vivió- y que era buenísimo empezarlos a abanderar
para catapultarse.
Empezó escribiendo un librito
patrocinado ilegalmente por la Editora del Gobierno, luego forzando a los
alcaldes para que conformaran estructuras electorales en su favor para tenerlas
listas en el 2024, para posteriormente mandar pintar murales con su rostro para
finalmente mostrarse en abierto en espectaculares, propaganda en autobuses de
pasajeros, bardas y volantes.
Manuel Huerta, este señor del
Bienestar, ha venido denunciado al Bola #8 de manera repetida, pero su alerta
es intencionada ya que parte de la premisa del quítate tú para que vaya yo.
Escupe al cielo ya que este,
quien se siente dueño y señor del padrón de votantes a quienes tiene en un puño
gracias a sus programas sociales, ha dicho que también la quiere olvidando que
está acusado de violación a mujeres y actos soterrados de campaña.
Huerta ha dispuesto además del
dinero público en pasquines propagandísticos y propaganda en redes sociales.
Otras maniobras al descubierto.
Esos sospechosos desvíos de
recursos públicos en favor de Morena, a través de una fundación y sus
“Guerreros de la Transformación”, que encabeza el subsecretario de Finanzas,
Eleazar Guerrero, primo hermano de Cuitláhuac García, también fueron detectados
por los partidos políticos opositores, particularmente Movimiento Ciudadano y
el PAN.
Ya hay expedientes integrados
sobre presuntos desvíos a causas electorales a partir de los sospechosos
recursos millonarios extraordinarios por 500 millones de pesos de parte de
Marlén Bautista, responsable de las finanzas del Poder Judicial.
¿Fue acaso ella la que patrocinó
la embestida en la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la ciudad de
México hasta donde acarreó decenas de burócratas con gastos pagados, féretros
incluidos?
Todo en abono a la gran bolsa.
Los subejercicios no
contabilizados, pero rastreados; el flujo de dinero a raudales que corre en
Morena Veracruz; los dineros de SIOP vía moches donde, con lágrimas y todo, han
tenido que mocharse “para la causa” que incluye, por instrucciones desde
arriba, el apoyo a la corcholata de López Obrador.
Recursos aparte son los que mueve
Sergio Gutiérrez Luna, hoy aliado de Augusto Adán López.
Es plata federal manifiesta en
una desproporcionada propaganda en espectaculares en 137 municipios, sobre todo
los ubicados en el centro y sur de Veracruz.
Gutiérrez Luna se abraza a la
esperanza de que, aunque no llegue Adán Augusto, recibirá el premio de la
candidatura en una negociación del más alto nivel.
Esa propaganda también está
documentada.
Lista para que la presente el
Frente Opositor en los tribunales electorales correspondientes acompañado de
todo un legajo de testimoniales de la propaganda que ha venido patrocinando el
gobierno del estado en favor de Claudia Sheinbaum, Cuitláhuac, sin embargo, ha
declarado que quienes patrocinan son los ciudadanos, seguidores y
simpatizantes.
“#EsClaudia” es el nombre de tan
inteligente cruzada propagandística.
Para Cuitláhuac, sin embargo, si
no sale Claudia y si vetan a la Nahle por temas de incumplimiento, corrupción o
por ser una zacatecana repudiada en Veracruz, difícilmente se arrodillará ante
Gutiérrez Luna.
Aquí lo importante para la
oposición que reclama legalidad, es el arma del veto ante la inminente
postulación de aspirantes a puestos de elección popular.
Se trata de atajarles el paso,
inhabilitarlos y prohibirles que contiendan.
El solo rechazo de su registro de
parte de las autoridades electorales será suficiente para borrarlos del mapa.
Habrá que ver, sin embargo, como
responden estos ambiciosos de poder que solo saben actuar con brutalidad y
violencia más que con legalidad.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo