Si la Corte Suprema anula el fallo Roe v. Wade,
las guerras legales y culturales sobre el aborto que han consumido a Estados
Unidos durante décadas se librarán en un nuevo frente: las píldoras abortivas.
La interrupción del embarazo con pastillas, una
combinación de dos medicamentos que se puede tomar en casa o en cualquier lugar
y está autorizado para su uso en las primeras 10 semanas de embarazo, se ha
vuelto cada vez más común y ahora representa más de la mitad de los abortos
recientes en Estados Unidos.
Si desaparece el derecho constitucional al aborto, es probable que la
interrupción del embarazo con medicamentos se convierta en un método aún más
frecuente. También se prevé que las píldoras se conviertan en el centro de las
batallas entre los estados que prohíben el aborto y los que continúan
permitiéndolo.
«Dado que la mayoría de los abortos son tempranos y el aborto con
medicamentos es más difícil de rastrear y ya se está convirtiendo en el método
mayoritario o preferido, será un gran problema», dijo Mary Ziegler,
profesora de derecho en Harvard.
«Va a generar muchos conflictos legales futuros porque será una forma en
que las fronteras estatales se volverán menos relevantes».
En aproximadamente la mitad de los estados del país se volverían ilegales todos
los métodos de aborto si la decisión de la Corte Suprema en un caso de Misisipi
se parece al borrador de opinión filtrado esta semana, el cual anularía el
fallo que legalizó el aborto en 1973. Aun así, es probable que otros estados
continúen permitiendo el procedimiento, y varios ya están tomando medidas para
acomodar a pacientes de los estados donde se prohibiría.
El aborto con medicamentos es menos costoso y menos invasivo que los
procedimientos quirúrgicos. En diciembre, la Administración de Drogas y
Alimentos (FDA, en inglés) facilitó significativamente el acceso al eliminar el
requisito de que las pacientes obtengan la primera de las dos píldoras,
mifepristona, al visitar una clínica autorizada o un médico en persona. Ahora,
las mujeres pueden tener una consulta con un médico por video o teléfono o
completando formularios en línea y luego recibir las píldoras por correo.
Pero muchos estados conservadores ya han comenzado a aprobar leyes para
restringir el aborto con medicamentos, incluida la prohibición antes de las 10
semanas de gestación y el requisito de que las pacientes visiten las clínicas
en persona a pesar de las normas de la FDA. Diecinueve estados prohíben el uso
de las consultas virtuales para el aborto.
Este año, Americans United for Life, un grupo provida, dijo que las leyes
contra la interrupción del embarazo con pastillas deben ser la primera entre
las «prioridades apremiantes» de la organización para 2022.
«En el último año, Arizona, Arkansas, Indiana, Montana, Ohio, Oklahoma,
Dakota del Sur y Texas han promulgado salvaguardas a nivel estatal para detener
el pedido de medicamentos abortivos por correo, y la Legislatura de Tennessee
envió recientemente tales protecciones al Gobernador Bill Lee», dijo por
su parte Mallory Carroll, funcionaria de Susan B. Anthony List, un grupo
antiaborto.
«Además de crear estándares de salud y seguridad, los estados también
están aumentando los requisitos para informar sobre las complicaciones de los
medicamentos abortivos. Trabajaremos con aliados en estados adicionales para
abordar esta creciente amenaza para la salud pública».
Si se revoca el fallo de Roe, a las residentes de estados como Texas, Misuri,
Utah y Tennessee, entre otros, se les prohibiría obtener las pastillas para
abortar con una consulta virtual desde cualquier lugar de su estado, incluso si
el médico se encuentra en una entidad donde el aborto es legal. Dichas
pacientes tendrían que viajar a un estado donde una consulta en línea, por
video o por teléfono sea legal: la dirección IP de la computadora o el teléfono
identificaría dónde se encuentran. Luego, tendrían que recibir las pastillas
por correo en una dirección en un estado donde el aborto sea legal.
Algunas pacientes ya lo están haciendo porque viven en estados que prohíben las
consultas virtuales para obtener las píldoras. Y algunos aspectos de esas leyes
no están claros, incluso los detalles sobre si las pacientes que toman las
pastillas después de regresar a su estado de origen estarían violando la ley de
la entidad.
Si el aborto estuviera completamente prohibido en esos estados, muchas más
pacientes viajarían a estados donde es legal, dijeron expertos en salud
reproductiva. Varias organizaciones, incluidas Abortion on Demand y Hey Jane,
están organizando consultas virtuales y envían pastillas abortivas por correo.
No obstante, es posible que los opositores al aborto y los estados que lo
prohíben intenten desafiar o restringir la capacidad de las pacientes de cruzar
las fronteras estatales para obtener las píldoras, señalaron expertos legales.
Pueden presentarse casos en que los estados intenten enjuiciar a médicos de
estados donde la interrupción del embarazo sí es legal, o casos en que traten
de impedir que organizaciones viajen a otras entidades, dijo Ziegler.
En respuesta, estados que apoyan el derecho al aborto se están movilizando para
bloquear tales esfuerzos. El Congreso de California prevé dar ayuda financiera
a las pacientes que viajan al estado para abortar y planea aumentar las clínicas
de aborto. Connecticut acaba de aprobar una ley que evitará que los proveedores
de servicios de aborto sean extraditados a otros estados, prohibiría a las
autoridades del estado cooperar con las investigaciones de aborto de la entidad
de origen de un paciente y permitiría que los residentes de Connecticut que son
demandados bajo la disposición de aborto de otro estado contrademanden.
Al principio de la pandemia de Covid-19, grupos de médicos pidieron a la FDA
que levantara el requisito de que la mifepristona, que bloquea una hormona
crucial para que continúe el embarazo, se administre a las pacientes en persona
en una clínica o consultorio médico. Citando años de datos que demuestran que
el aborto con píldoras es seguros, los grupos dijeron que las pacientes
enfrentaban un mayor riesgo de infectarse con el coronavirus si tenían que
visitar las clínicas para obtener mifepristona.
En la pandemia, la FDA eliminó temporalmente el requisito de asistir en persona
y luego lo retiró permanentemente en diciembre.
El segundo medicamento, el misoprostol, que provoca contracciones similares a
las de un aborto espontáneo y se toma hasta 48 horas después, ha estado
disponible durante mucho tiempo para una variedad de usos con una receta común.
Un alto funcionario de la Administración de Biden dijo esta semana que el
Gobierno federal está buscando más medidas para aumentar el acceso a todos los
tipos de aborto, incluidas las píldoras.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para discutir el borrador
filtrado de la Corte Suprema, dijo que el Presidente Joe Biden pidió a su
Gabinete buscar «en todos los aspectos, en todas las formas creativas, en
todos los aspectos de la ley federal, para tratar de hacer todo lo
posible» para proteger el derecho al aborto.