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Juego de pelota ancestral
con practicantes en CU
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La DGAPA y la DGDU, junto
con Posgrado y el Instituto de Investigaciones Estéticas, realizan jornadas
académicas en torno a esta disciplina deportiva
Leonardo Frías Cienfuegos
Foto: Francisco Parra.
La siembra del ulama continúa, y la cosecha se asoma. Es el deporte
ancestral que frota la tierra, juega con la historia y cruza el tiempo. La
práctica de este ritual mesoamericano migró con los siglos y se utiliza ahora
una pelota de hule de más de tres kilos que sólo admite ser impactada justo por
el ecuador del cuerpo humano: la cadera.
La actividad practicada originalmente hace tres
milenios y medio, ullamalitztli (“juego del hule”), tiene
entre sus entusiastas ejecutores a universitarios que la decodifican más allá
de una acción física, la preservan y avivan como una llama de “fuego nuevo”.
Al poner en marcha en Ciudad Universitaria una de
las cinco jornadas de Memoria histórica del Juego Ulama de Cadera,
coorganizada por la Coordinación General de Estudios de Posgrado, las
direcciones generales del Deporte Universitario (DGDU) y de Asuntos del
Personal Académico (DGAPA), junto con el Instituto de Investigaciones Estéticas
(IIE), Emilie Carreón Blaine, del IIE, dijo que el plan de acción es que “sea
un juego considerado para Centroamericanos, Panamericanos o incluso de carácter
olímpico”.
En la sala 1 del Auditorio de la Unidad de
Posgrado, Valentín Albarrán Ulloa, director de Cultura Física de la DGDU,
comentó que Ciudad Universitaria tiene una inspiración prehispánica en su
entorno y arquitectura, por lo que esta disciplina no podía quedarse atrás.
“Debemos instituir el deporte de la pelota de hule, más no institucionalizarlo,
no cooptar una práctica, sino apoyar su desentierro, su desarrollo, porque es
una gran estrategia de activación física”.
El universo en movimiento
Ante los maestros Raymundo Rayo Huaira López y su
hijo Juan Daniel, provenientes de Escuinapa, Sinaloa, donde se localizan
decenas de practicantes del ulama, así como de Jairzinho Panqueba de la
Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, Colombia, integrantes de la
comunidad universitaria, alumnos-jugadores, presentaron proyectos de estudio y
desarrollo sobre el ulama. Joel Campos Aguirre mostró imágenes y apreciaciones
de piezas arqueológicas con representaciones de jugadores de pelota.
Víctor Luna, de la Facultad de Arquitectura, habló
de un proyecto para la creación de la primera cancha de ulama en Ciudad
Universitaria. “Sería realizar una intervención amigable, con una estructura
metálica, no fija, no permanente, que estaría entre los dos frontones, en el
área del mismo nombre”, describió.
Alan Lazcano Zúñiga, de la Facultad de Química,
quien ha sido uno de los primeros practicantes universitarios en esta
actividad, consideró la falta de pelotas de hule como el primer gran reto para
la práctica del ulama. Explicó además que los jugadores portan un braguero
artesanal de gamuza llamado “fajado”, y un cinturón de cuero diseñado para
resistir mejor los impactos del esférico, denominado chimali.
Alfonso Robles Arreola, de la licenciatura en
Estudios Latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), se
refirió a la construcción de comunidad alrededor del juego de pelota y su
estructura como fraternidad.
Orson Esaú Morales Sánchez, de la carrera de
Geografía en la FFyL, relató cómo en el poblado Tactic, de Alta Verapaz en
Guatemala, una variante del ulama es practicada con niños de entre 10 y 15
años, lo cual, indicó, rescata la visión original del juego.
En entrevista posterior, Roberto Rochín, director
de Ulama, el juego de la vida y la muerte (1987), documental
mexicano en el que se formula un rescate y recreación del deporte de pelota en
las culturas prehispánicas de Mesoamérica, señaló: “Fue muy importante la
proyección de la película a nivel nacional e internacional, porque se le
apreció con cierta monumentalidad, debido a que se trató de la primera
recreación del juego dentro de las canchas arqueológicas. Si el ulama se
empezara a implementar en las escuelas de educación básica, el crecimiento
sería espectacular”.
Finalmente, a manera de estreno del espacio
deportivo de la Unidad de Posgrado, jugadoras y jugadores se aprestaron para la
disputa: se ataviaron y evocaron por qué “el mundo fue creado a partir de un
juego de pelota, uno donde la luz y la oscuridad se enfrentaron para equilibrar
vida y muerte, y poner al universo en movimiento”.
Más información sobre su práctica en el siguiente
enlace:
https://deporte.unam.mx/disciplinas/ulama.php
FUENTE: UNAM