Detectan el robo mensual de 60000 toneladas de gas LP por parte de
grupos delictivos del crimen organizado que antes se dedicaban al robo de
gasolinas y diésel en ductos de Pemex ha migrado su actividad al robo de gas
licuado de petróleo (LP) y según denunciaron la principales asociaciones de
distribución.
El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP y
Empresas Conexas (Amexgas) Carlos Serrano Farrera explicó en conferencia
de prensa que luego de que en 2019 se implementó un programa del gobierno
federal contra el robo de gasolinas, se lograron avances importantes en la
disminución de tomas clandestinas. Con ello, en los últimos cuatro años el
número de tomas clandestinas en total ha tenido una reducción de 4,103 tomas,
27% menos que en 2018.
Serrano Farrera indicó que “En 2018 registrábamos una toma clandestina
al ducto de gas LP cada dos días, el año pasado el reporte fue de casi siete
tomas clandestinas diarias al ducto principal de Pemex, el LPG Ducto de 1,600
kilómetros de longitud que inicia en Cactus, Chiapas, se interconecta en
Pajaritos Veracruz y atraviesa todo el centro del país para llegar a Zapopan,
Jalisco”.
Aseguró que el 94% de estas perforaciones se concentra en Puebla,
México, Tlaxcala y Veracruz y que de hecho el 82% de éstas se concentra
únicamente en 18 municipios, por lo que consideran que un esfuerzo focalizado y
efectivo en estos municipios tendría una acción inmediata en contra del robo de
gas LP
Puntualizo que grupos delictivos migraron a los ductos de gas LP y
hoy existen 2,187 tomas clandestinas reportadas al año, aumento de 1000% porque
había 200 tomas en 2018.
Últimamente se incrementan sustancialmente los costos de mantenimiento
para Pemex y el riesgo de accidentes a las poblaciones más vulnerables, como
desafortunadamente lo hemos vivido.
Mientras
que, Luis Landeros, presiente de la Asociación de Distribuidores de Gas
LP (ADG) que agrupa a los principales distribuidores e importadores del
combustible, detalló que el robo asciende en volumen a unas 60,000 toneladas
mensuales y a un precio de mínimo 20 pesos por kilogramo, comercializan p1,200
millones de pesos mensuales en rutas clandestinas, que dejan de pagar IVA y
entran a los hogares mexicanos sin tener ningún tipo de registro o regulación,
porque clonan pipas que los consumidores no pueden distinguir.