A tres semanas de someterse a una consulta de Revocación de Mandato, el
presidente Andrés Manuel López Obrador inaugurará este lunes el nuevo
aeropuerto de Ciudad de México, obra insignia de la 4T.
La terminal, construida por el Ejército en la base aérea de Santa Lucía,
en Zumpango (estado de México), busca aliviar la saturación del aeropuerto
Benito Juárez, que en 2021 movió 36 millones de pasajeros y en 2019 un récord
de 50.3 millones.
El Felipe Ángeles, llamado así en honor de un militar de la Revolución
Mexicana de inicios del siglo XX, sustituye a otra terminal que el gobierno de
Enrique Peña Nieto (2012-2018) edificaba en el suburbio de Texcoco con un costo
de 13 mil millones de dólares.
La inversión final en el nuevo complejo ascenderá a 74 mil 535 millones
de pesos (3.657 millones de dólares), según el mandatario izquierdista, elegido
en 2018 para un período de seis años.
Será la inauguración de la primera de sus grandes obras de
infraestructura. Las otras, en el sur del país, son una refinería en su natal
Tabasco; el Tren Maya, proyecto turístico de 1.554 km en el que también
participan los militares, y la modernización del corredor interoceánico de
Tehuantepec.
López Obrador, quien ha ampliado el rol de las Fuerzas Armadas en varios
ámbitos, destaca que el nuevo aeropuerto, a unos 50 km de la capital, “no tuvo
sobrecostos (…), es moderno y fue construido por ingenieros militares en tiempo
récord, a bajo costo y con la más avanzada tecnología “.
La inauguración ocurre en la antesala de la consulta del 10 de abril, en
la que los mexicanos decidirán si quieren que el presidente –cuya popularidad
promedia 58 por ciento– termine su mandato.
El plebiscito fue incluido en la Constitución por la mayoría oficialista
en el Congreso, pero la oposición lo rechaza alegando que solo busca fortalecer
a López Obrador, quien descarta modificar la ley para implantar la reelección.
El nuevo aeropuerto arrancará con ocho vuelos diarios de las aerolíneas nacionales Volaris, VivaAerobús y Aeroméxico (la mayor del país que en principio había declinado participar), y la venezolana Conviasa, única internacional.