Pedro Peñaloza
“Pueblos
libres, recordad esta máxima:
podemos
adquirir la libertad,
pero
nunca se recupera una vez que se pierda”.
Rousseau
El habitante de Palacio Nacional ya no
puede ocultar su temor por el prematuro y sorprendente crecimiento de Xóchitl
Gálvez. Por ello, el pasado lunes en su homilía mañanera, haciendo uso de sus
“gargantas profundas”, destapó a la senadora hidalguense como la candidata del
bloque opositor.
El script es ya conocido. El presidente
despotrica contra alguna persona e inmediatamente se echa andar la maquinaria
del aparato oficial para enlodar, llenar de insultos y, si es posible,
denunciar penalmente. Seguramente el “comisario del pueblo” de la UIF ya tiene
armado un expediente para tratar de acusarla de alguna irregularidad y la FGR
ya estará hurgando en sus archivos o inventando algo que la lastime y
desprestigie.
Sin olvidar al ejército de fanáticos
pagados y gratuitos que actúan por consigna en su labor de corte fascista para
calumniar a quien ordene el Tlatoani. En esta ofensiva contra Xóchitl también
se encuentran los caricaturistas del tabloide oficial que han utilizado hasta
cartones clasistas y racistas con tal de tratar de minar el apoyo recibido,
todo vale para quedar bien con el presidente.
El miedo de AMLO también es una provocación,
ya que intenta dividir a los miembros del frente opositor al crear cierta
animadversión contra Gálvez, buscando deslegitimar su proceso interno. El
inquilino de palacio, desde su enorme soberbia, cometió un error estratégico al
darle reflectores, porque su negativa de recibirla en Palacio le dio puntos a
Xóchitl, la colocó como valiente y defensora del derecho de réplica, en cambio,
a él como autoritario y medroso.
Ahora, al destaparla, llenándola de
insultos, la potencializa y la vuelve a victimizar. Ante este nuevo panorama,
AMLO ratifica que será el coordinador de campaña de su corcholata favorita, la cual
posee, ni más ni menos, los recursos y apoyos de gobernadores, diputados,
senadores, militares y marinos, y todo el aparato de comunicación del Estado
mexicano y medios al servicio del régimen.
Un problema más para AMLO es que la
agenda pública está colocando en primer término la elección del frente
opositor, dejando en segundo lugar las giras turísticas de las corcholatas. De
igual manera, ahora su mañanera es un foro únicamente para descalificar, ya
olvidó su papel como “presidente de todos”, que presumió.
Sí, existe la real posibilidad de que
Xóchitl sea una candidata competitiva y eso tiene nervioso y preocupado al
inquilino de Palacio, el cual está dispuesto a todo para conservar el poder,
aunque esto incluya barbaridades y delitos electorales. Que nadie lo dude.
@pedro_penaloz