Tercera y
última parte
Por Héctor Larios Proa
El futbol mexicano debe apuntar
por más y mejores futbolistas para que el universo de atletas sea lo
suficientemente amplio para seleccionar a los mejores con posibilidades de
triunfo.
Antes de formar futbolistas se
requiere formar entrenadores que cubran todas las divisiones infantiles y
juveniles del sector Amateur, antes de llegar a las divisiones de ascenso.
Para lo cual deberá actualizar su
denominado Sistema Nacional de Capacitación en calidad y cantidad suficiente
para que los niños y niñas tengan instructores capacitados, combatir la
improvisación en el futbol base.
Los entrenadores deberán ser
capaces de interpretar y ejecutar un plan de entrenamiento maestro, con una
metodología previamente diseñada por los entrenadores más influyentes de México,
para permear el futbol nacional. Impulsar a los mejores catedráticos para las
escuelas de entrenadores del país. Este es uno de los puntos críticos en el
actual modelo de enseñanza.
Los mejores entrenadores no solo
son aquellos que saben de futbol, sino los que son capaces de distinguir,
impulsar, orientar a los talentos. Poner ejercicios cualesquiera lo puede
hacer, con solo recurrir al Youtube, copian rutinas y salvan el día, pero
desconocen los objetivos del ejercicio, en consecuencia, no distinguen los
errores. Por lo tanto, no hay correcciones. Así los malos hábitos técnicos se
reproducen. Creando una cadena de gestos técnicos difíciles de erradicar a edades
mayores. Solo quieren alzar títulos, con triunfos engañosos.
Por ello es recomendable que los
encargados de infantiles y juveniles sean los más capacitados, para que los
futbolistas manejen los fundamentos del futbol sólidos para acceder a estadios
de mayor exigencia. Y no suceda lastimosamente, que para muchos sea debut y
despedida o que por estrategia promocional del club aparezcan en la primera
división fugazmente.
Otro punto clave, es la calidad
de los torneos locales y regionales. El futbol como deporte es un proceso
pedagógico y disciplinario. Su organización debe contar con un orden y
transparencia, desde su diseñó y control incluyendo el arbitraje y comisiones diversas.
Debe estar estructurado para hacer justicia deportiva. Un campeonato que
colaboré en la formación, con canchas en buenas condiciones, proporcioné
información a deportistas y padres de familia, psicología y nutrición
deportiva, tips para mejorar sus organizaciones en patrocinios y más. Estos son
algunos de los beneficios que clubes podrían tener de las asociaciones, porque
hasta el momento ser un club federado no aporta nada.
Contar con más y mejores
deportistas ampliará el universo a seleccionar, fortalecerá la base de la
pirámide y crecerán las oportunidades de competir por un lugar en las
selecciones.
Por ejemplo, en la categoría sub
15, el entrenador además de los clubes profesionales, podría contar con 32
representativos, una por estado. De esta forma fácilmente se podrían armar 5
equipos altamente competitivos antes de vestir la camiseta verde. Y los torneos
nacionales aumentarán su calidad y atractivo.
Por otro lado, recordemos que
esas selecciones solo consideran a clubes profesionales, y son menos de la
mitad de instituciones no tienen el interés por desarrollar talento, participan
solo para cumplir.
Sí tenemos más y mejores
futbolistas el proceso de selección se fortalecerá y la corrupción en estas
áreas disminuirá en consecuencia.
Con un proyecto transversal todas
las áreas deportivas y administrativas se conectan bajo los mismos objetivos
para una mayor productividad. Lo complicado es la instrumentación del proyecto
y eso no cualquiera lo sabe hacer. Ya veremos sí en verdad quieren un cambio o
es más de lo mismo.
hectorlarios690@gmail.com