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“Creo firmemente en el ejercicio
del artista de hacer pensar al público”, dice el compositor Rodrigo Valdez Hermoso
La decepción y
la rabia que provoca la traición de un dirigente social, un caudillo que –como
casi todos ellos– ha sucumbido al poder, atraviesa la partitura de Anti-Heroica.
La obra, que se estrenó 17 y 18 de junio con la Orquesta Filarmónica de la
UNAM, fue comisionada por Música UNAM al compositor mexicano Rodrigo Valdez
Hermoso para dialogar con la tercera sinfonía, Heroica (1804),
de Ludwig van Beethoven.
Cuenta el
compositor en entrevista, que un gesto de Beethoven, pasional y de profunda
congruencia con sus ideales, disparó su composición: cuando, furioso y a la vez
desilusionado, el músico de Bonn tachó la dedicatoria de su tercera sinfonía a
su héroe libertario, Napoleón Bonaparte, después de que éste se autoproclamara
emperador de Francia el 18 de mayo de 1804.
“La tachó con
tal rabia que quedó cercenada del papel”, comenta. “Esto me inspiró para
imaginar qué sentía Beethoven después de esta traición del ente en el que tenía
puestas ilusiones de libertad, justicia, equidad… La música que escribí va
del enojo a una mezcla entre rabia y tristeza.”
Este
sentimiento de frustración –destaca Valdez Hermoso– hace un comentario al
presente, cuando la crisis democrática en países como México, y otros alrededor
del mundo, ha generado que figuras carismáticas y autoritarias ganen la
preferencia de los electorados.
“Justamente
una de las intenciones es la reflexión que debemos tener sobre lo que ocurre
cuando alguien se encumbra encarnando aparentemente las ideologías, la fuerza,
el causal de los pueblos. Muchas veces, cuando la figura que literalmente
enamora a multitudes llega al puesto para ordenar los destinos de la nación y
empieza a desviarse del camino que se había propuesto, la gente se siente
traicionada”, expresa.
Condición
humana
“El ego juega.
Napoleón luchó por una Francia libre, pero se autonombró emperador; en vez de
generar equidad, pensó: ‘yo soy el único que tiene el juicio claro para decidir
qué hacer’, y dejó de escuchar a la colectividad. Algo similar a lo que ocurre
hoy con Andrés Manuel: las instituciones que limitan el poder le estorban. Veo
una analogía muy completa que se repite, es parte de la condición humana.”
El compositor
considera que esta frustración se encuentra a flor de piel en el país. “Mucha
gente está desencantada del Presidente de México y hay que aportar a esta
reflexión. Creo firmemente en el ejercicio del artista de hacer pensar al
público”.
En una época
en la que figuras carismáticas en la política conviven como nunca con los
héroes de los cómics llevados al cine, Valdez Hermoso considera que hay que
revisar cómo se proyecta la figura del héroe en la sociedad.
“Desde niños
nos inculcan a tener héroes que seguir, la sociedad trabaja para generar estas
figuras en lugar de inculcarles que ellos son los que tienen que hacerse cargo
de sus destinos, luchar por enaltecer sus ideales y que esto cuesta trabajo; no
es fácil llegar a un objetivo de vida”. Por esta razón dedicó la obra a su
pequeña hija.
“Veo personas
de 70 años que siguen buscando héroes porque dejaron pasar su vida, no
decidieron ser ellos mismos y viven la gloria a través de otros. Por eso se
generan los fanatismos, que siempre conllevan a la violación de derechos. Como
sociedad tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para enseñar a los niños que
ellos sean sus propios héroes y vivan sus propias glorias”.
Maestro en
Composición y Cultura Musical por el London College of Music y maestro en
Teoría de la Música, con honores, por el Victoria College of Music and Drama de
Londres, Valdez Hermoso compuso esta obra con afinidad al espíritu
revolucionario de Beethoven, quien en su tercera sinfonía alteró la forma
tradicional del primer movimiento, al añadir un tema a los dos que se
acostumbraban, a cargo de los alientos de madera y no de los violines. “No sólo
da voz a estos instrumentos, es una analogía de que aquellos que no han
participado, lo hagan”.
En su obra,
Valdez Hermoso da lugar a una exploración sonora y tímbrica, con técnicas
extendidas en los alientos, microtonos y multifónicos, con una disposición
espacial distinta a la tradicional: con los graves en el centro del escenario y
los agudos en los extremos.
Anti-Heroica iba a estrenarse el
21 de marzo de 2020, pero el estallido de la pandemia retrasó la premier, que
tuvo lugar el pasado fin de semana en la Sala Nezahualcóyotl del Centro
Cultural Universitario, junto con la Sinfonía núm. 3 en mi bemol mayor, op.
55, Heroica, de Beethoven, bajo la batuta de Sylvain Gasaçon.