Fechado el martes 20 de junio, fue publicado el Mensaje del Santo Padre
a los participantes en la Escuela de Verano de Astrofísica del Observatorio
Astronómico Vaticano. A los estudiantes de astrofísica, el Pontífice los invita
a dirigir su mirada a través de “otras ventanas que pueden mostrarles
realidades importantes, como la compasión y el amor, realidades que también están
encontrando en la amistad que crece entre ustedes estos días”.
“Nunca pierdan este sentido de la maravilla, ni en su búsqueda ni en su
vida; que siempre se dejen guiar por el amor a la verdad y asombrados por todo
lo que les ofrece cada fragmento del universo”, lo escribe el Papa Francisco en
su Mensaje a los
participantes en la Escuela de Verano de Astrofísica del Observatorio
Astronómico Vaticano, también conocido como “Specola Vaticana” que,
del 4 al 30 de junio, acoge a veinticuatro estudiantes de más de veinte países,
en los jardines papales de Castel Gandolfo, en la 18 edición de la escuela de
verano del Observatorio.
Fascinados por los grandes descubrimientos del
universo
En su mensaje – dado el pasado 15 de junio, desde el Policlínico Gemelli
de Roma, cuando el Papa estaba hospitalizado – el Santo Padre manifiesta sus
saludos a los participantes en la Escuela de Verano de Astrofísica y agradece
“de corazón a quienes los guían en esta experiencia”. Además, el Pontífice
recuerda que, en estos últimos tiempos todos estamos fascinados por los grandes
descubrimientos sobre el universo que nos ofrecen los astrónomos.
“Las maravillosas imágenes enviadas por el nuevo
telescopio espacial James Webb nos dejan atónitos; y cuando el Observatorio
Vera Rubin entre en funcionamiento, promete mostrarnos cómo el universo crece y
cambia ante nuestros ojos. Lo que resulta especialmente sorprendente es la
inmensidad del universo que estamos descubriendo. Es asombroso considerar su
enorme tamaño y el increíble número de galaxias, estrellas y planetas que se
han detectado”.
Abrazar la inmensidad del universo
Y comentando el tema de estudio de esta 18 edición de la Escuela de
Verano, titulado: “Aprendiendo el universo: herramientas de la ciencia de big
data para investigaciones astronómicas”, el Papa Francisco cita el
Salmo 8 para hablar de las maravillas de la creación y del universo.
“Hace unos 2.500 años, el salmista escribió:
«Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas que has
creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el hijo del hombre para
que cuides de él?» (Sal 8,4-5). La inmensidad del universo siempre ha sido
fuente de asombro. Puede parecer abrumadora, incluso aterradora. Ustedes,
jóvenes del siglo XXI, se proponen en esta Escuela de Verano abrazar la
inmensidad del universo y desarrollar los métodos por los que pueden encontrar
semillas de comprensión dentro del flujo continuo de nuevos datos”.
No olviden la ventana del amor y la compasión
En este sentido, el Santo Padre enfatiza que los participantes en esta
Escuela de Astrofísica están adquiriendo herramientas que les ayudarán a
comprender el universo. Pero también advierte que, aunque se disponga de las
mejores herramientas, la calidad de los resultados depende de la habilidad del
artesano.
“Una gran tentación, tanto en ciencia como en
filosofía, es intentar obtener sólo las respuestas que esperamos, mientras que
también somos capaces de sorprendernos con novedades imprevistas. Por eso me
gustaría decirles que no se conformen con los resultados de sus estudios hasta
que también se sorprendan. Y aunque su mirada pase por la ventana de la
astronomía, no olviden las otras ventanas que pueden mostrarles realidades importantes,
como la compasión y el amor, realidades que también están encontrando en la
amistad que crece entre ustedes estos días”.
Déjense guiar por el amor a la verdad
El Papa Francisco concluye su mensaje volviendo a citar el Salmo 8, e
invitando a los estudiantes a que, nunca pierdan el sentido de la maravilla, ni
en su búsqueda ni en su vida; y que siempre se dejen guiar por el amor a la
verdad y asombrados por todo lo que les ofrece cada fragmento del universo.
“Lo más asombroso de este universo es que contiene criaturas como
nosotros, capaces de observarlo con asombro y de ‘cuestionarlo’. En efecto,
cuando el salmista se pregunta: ‘¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el hijo del hombre para que te ocupes de él?’, añade inmediatamente: ‘Verdaderamente
lo has hecho poco menos que un dios, con gloria y honor lo has coronado’ (Sal
8,5-6)”.
FUENTE: VATICANNEWS.VA