La Evaluación Anual de Amenazas que circuló esta semana
la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos que agrupa a 17 agencias de
espionaje reiteró la expansión de los cárteles del narcotráfico
en México, pero se olvidó de las evaluaciones anuales
de la DEA que señalan que el Cártel Jalisco y
el Cártel de Sinaloa dominan el
contrabando, la distribución, la venta el menudeo en las calles y el lavado de
narco dólares al interior de EU.
En un análisis a partir de la lógica de la seguridad y usado para espantar a los mexicanos, la fuerza de los cárteles
mexicanos dentro de México depende de su
posicionamiento dominante en la estructura del narcotráfico dentro de Estados
Unidos. La evaluación de la comunidad de inteligencia estadounidense ignora de manera ostentosa que la demanda de adictos estadounidenses define la
producción y trasiego de droga de México y Sudamérica hacia el interior del
territorio estadounidense.
Más que el fracaso y la responsabilidad mexicana en la producción y
contrabando de drogas al mercado estadunidense, las evaluaciones de las
oficinas de espionaje y sobre todo de la DEA de 2005 a 2022 revelan el crecimiento, consolidación y expansión
territorial de los cárteles mexicanos en el interior de Estados
Unidos para controlar el tráfico derivado de la demanda de adictos americanos y
de los suministros mexicanos.
La última evaluación de la DEA en 2020 revela lo que aquí se ha
insistido:
1.- Nueve cárteles mexicanos,
liderados por el cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco, controlan el contrabando, distribución, venta de
drogas en las calles y lavado de dinero dentro del
territorio estadounidense,
2.- La política antidrogas de la Casa Blanca no ataca la fuente directa del tráfico de drogas que
representa la relación consumo-cárteles, sino que
se dedica a gastar cantidades multimillonarias para atender las adicciones.
3.- 43 de los 50 Estados de la Unión Americana tienen
presencia dominante de los cárteles mexicanos
para el contrabando y la venta en las calles de más de 3,000 ciudades
estadounidenses; es decir, el 86% del territorio
de Estados Unidos está infectado del tráfico de drogas controlado por cárteles mexicanos.
El fondo del conflicto planteado por la evaluación anual de amenazas de
la Comunidad de inteligencia de Estados Unidos se localiza en la intención del
gobierno estadounidense para pasar de la
iniciativa Mérida al llamado marco bicentenario firmado
a principios de este año en Washington como una forma directa de que los
organismos de inteligencia y seguridad nacional civiles y militares de EU penetren a México para controlar la estrategia de
seguridad mexicana.
Las circunstancias del escenario actual tienen además una
segunda intención: quebrar la capacidad de autonomía mexicana para definir su
estrategia de seguridad nacional, romper los vínculos geopolíticos
de México con países que pueden ser puerta de entrada de los intereses rusos y
chinos y regresar al ambiente de seguridad nacional unilateral
que impuso el presidente Reagan de 1984 a 1989 para subordinar la seguridad nacional mexicana a los
intereses nacionales estadounidenses.
Ninguna autoridad estadounidense, de acuerdo con el reporte de la DEA de
2020, ha querido explicar cómo fue que los
nueve más importantes cárteles mexicanos del narcotráfico llegaron a Estados
Unidos y se instalaron violando todas las
normas de seguridad que habían sido afinadas después de los ataques terroristas
del 9 a 11 de 2001. Los reportes de la DEA reconocen que los
miembros más importantes de las células mexicanas del narco que viven en
Estados Unidos han logrado su residencia legal,
pasando por todos los filtros de seguridad.
El Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán, acepta la DEA, controla el tráfico y venta de drogas en todo el
territorio estadounidense, con especial predominancia en la costa oeste, en el
medio oeste y el noreste. El Cártel Jalisco es
considerado el segundo grupo de narcotráfico más
importante que opera en Estados Unidos. El reporte de la DEA 2020 reconoce que estos cárteles mexicanos
controlan la distribución de droga, laboratorios, lavado de dinero y grupos
delictivos armados.
En este contexto, la evaluación de
amenazas de la comunidad de inteligencia de EU oculta la
estructura criminal mexicana dentro del territorio estadounidense que solo pudo
haber sido instalada con la complicidad de
autoridades locales.
Los medios mexicanos aceptaron y difundieron la
evaluación de amenazas de la Comunidad de inteligencia estadounidense dentro de
la lógica de dominación del pensamiento
estratégico estadounidense y sin entender que
esos documentos forman parte de la estrategia de imposición de la
seguridad nacional de Estados Unidos sobre otros países.
Esa
evaluación de los organismos de espionaje estadounidense solo debe ser leda
en contraposición con los reportes de la DEA que han
revelado que los cárteles mexicanos en Estados
Unidos tienen más poder, impunidad y movilidad
criminal que en México.