• Sugieren unificar servicios de salud para una
atención más eficiente y equitativa
• Se llevó a cabo el Seminario: Análisis y
Reflexiones sobre el Sistema de Salud en México, organizado por la Facultad de
Medicina de la UNAM
La crisis en
los servicios de salud que dejó al descubierto la pandemia por la COVID-19,
representa una gran oportunidad para replantear el enfoque y objetivos del
modelo de unificación para lograr una atención más eficiente, equitativa y con
mayor capacidad de respuesta a las necesidades y expectativas de los
ciudadanos, consideró el profesor de sistemas globales de salud de la
Universidad de Harvard, Rifat Atun.
Ante
el director de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Germán Fajardo Dolci,
el experto internacional en reformas de sistemas afirmó que en los últimos años
México ha tenido transformaciones sociales y políticas trascendentes, pero su
sistema de salud no ha realizado sus cambios a la misa velocidad.
Durante
su ponencia sobre Unificación de los Sistemas de Salud, en ocasión del
Seminario sobre Medicina y Salud “Análisis y Reflexión sobre el Sistema de
Salud en México”, organizado por esa entidad académica, sugirió que antes de
pasar a una siguiente etapa se debe realizar un amplio diagnóstico sobre la
evolución de algunos contextos sociales que obligan a evaluar el modelo, por
ejemplo: el rápido crecimiento demográfico, envejecimiento de la población,
cargas de las atenciones médicas, transición epidemiológica y tasas de
mortalidad, entre otros.
“Estamos
lidiando con estructuras que se fundaron en un mundo completamente diferente,
una sociedad que está cambiando aceleradamente, mientras que los sistemas de
salud registran muy bajo rendimiento porque no están diseñados para
los retos que tenemos hoy en día y los retos del mañana”, acotó.
El
especialista comentó que para construir un sistema de salud de alto nivel y
resiliente, también se deben diseñar nuevas herramientas que acompañen a la
transformación, como un adecuado y moderno sistema de digitalización de datos y
analítica que permita contar con información y estadísticas actualizadas sobre
características individuales y entornos sociales de la comunidad, lo cual hoy
resulta fundamental para la toma de decisiones.
En
el rediseño también se debe aprovechar el desarrollo de las nuevas tecnologías,
incluso pensar en los beneficios del uso de la inteligencia artificial para
tener vías integradas y mejorar los procesos de atención, siempre teniendo en
cuenta que si no se realizan las innovaciones de manera adecuada y si solo se
enfocan en la efectividad y la eficiencia, se corre el riesgo de ampliar aún
más las desigualdades, subrayó Rifat Atun.
Al
participar en los comentarios sobre la ponencia, la académica de la Secretaría
de Educación Médica de la FM, Carolina Sepúlveda Vildósola, afirmó que la
integración de los sistemas de salud representa un desafío crucial en varios
países, México no es la excepción.
Aseguró
que la integración efectiva puede mejorar la calidad de la atención, aumentar
la eficiencia, disminuir los costos y facilitar un acceso equitativo a los
servicios. En nuestro país hay avances importantes; sin embargo, los retos son
enormes frente a un sistema que presenta serias deficiencias.
La
especialista puntualizó que el caso mexicano está fraccionado y el modelo
actual registra limitantes, como la duplicidad o multiplicidad en la
derechohabiencia, pues mientras algunas personas cuentan con hasta triple
protección, otros mexicanos carecen de cobertura o acceso.
Agregó
que de acuerdo con datos del INEGI, 95.5 millones de mexicanos cuenta con algún
tipo de afiliación a un sistema público, mientras que casi 34 millones no tiene
ninguno; en tanto que el sistema público está saturado.
“El
incremento en enfermedades crónicodegenerativas, el modelo de atención
orientada al tratamiento y rehabilitación del daño, la falta de insumos y
medicamentos, la infraestructura deficiente, la falta de recursos humanos para
la atención de la salud, la poca participación interdisciplinaria son factores
que contribuyen a tener un sistema de salud al límite; la pandemia y la
conversión hospitalaria contribuyeron en el rezago a la atención”, aseveró.
Las
universidades, prosiguió, no pueden ser ajenas a estos cambios y deben ser
actores fundamentales en el debate a partir de un enfoque inter y transdisciplinario.
Al contar con académicos e investigadores de todos los campos del conocimiento,
la Universidad Nacional puede contribuir en la unificación de sistemas de
salud.
A
través de la investigación, dijo, la UNAM cuenta con reconocidos investigadores
en el campo de la salud quienes pueden llevar a cabo estudios
multidisciplinarios, a fin de analizar y proponer estrategias de unificación;
pueden aportar aspectos como la eficiencia, la equidad, la calidad de la
atención y la sostenibilidad de los sistemas de salud.
Por
su parte, la directora general del Hospital General de México, Guadalupe
Guerrero Avendaño, especialista en administración de sistemas de salud y
profesora de la FM, apuntó: 30 por ciento de la población en nuestro país
carece de algún tipo de seguridad social. Con base en datos del INEGI, en 2020
se identificó a 33 millones de personas sin derechohabiencia, ni afiliación a
servicios de salud, ya sea públicos o privados, lo cual representa un reto y
también una diferencia en relación con aquellos países en los cuales la
unificación ha logrado mejorar significativamente la atención.
Otro
factor fundamental a considerar, estimó, es el tema del financiamiento y los
presupuestos destinados al sector salud, pues cuando en nuestra nación hubo un
incremento, debido a la pandemia, estos recursos disminuyeron en 2021 de manera
preocupante.
Ejemplificó
que mientras en 2020 en México se destinó 3.3 por ciento del producto interno
bruto al sector salud y en 2022 bajó a 2.73 por ciento, en Reino Unido en ambos
años se destinó 9.9 por ciento.
En
la revisión de los presupuestos para la siguiente fase del proceso de
unificación también se debe otorgar alta prioridad a los servicios de primer
nivel de atención, de tal manera que si se atiende ese sector de pacientes, las
personas que requieran el tercer nivel serán menos de las que actualmente lo
solicitan.
“Debemos
apostarle a la prevención y también al gasto por nivel de atención, pues
evidentemente es mucho más barato prevenir que curar. El 20 por ciento del
gasto de salud es para el 5 por ciento de las enfermedades, lo cual es muy
grave porque estamos gastando mucho en enfermedades que se pudieron haber
previsto”, concluyó.
FUENTE: UNAM