- Con un
documental, fotografías y una serie de testimonios de los actores de
número de la CNTeatro, recordaron al compañero, amigo, maestro, al padre y
al ser humano
La Secretaría de Cultura federal y el
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la
Compañía Nacional de Teatro (CNTeatro) rindieron un emotivo homenaje al actor,
bailarín y fotógrafo mexicano Farnesio de Bernal, fallecido el pasado 7 de
abril.
El acto, realizado en el Teatro
Orientación Luisa Josefina Hernández del Centro Cultural del
Bosque, contó con la presencia del subdirector general de Bellas Artes, Héctor
Romero Lecando, en representación de la directora general del Inbal, Lucina
Jiménez López. quien extendió la solidaridad de la comunidad teatral del país a
la familia de Farnesio de Bernal y pidió un minuto de aplausos en su honor.
El subdirector general comentó: “No
me toca hablar más de su trayectoria, de sus inicios en la danza, de su paso
por el teatro, el cine, por supuesto, o en estos más de 15 años en la CNT. Me
toca simplemente decir: gracias, Farnesio de Bernal, gracias por todo lo que
nos diste en la pantalla, en el escenario, pero, principalmente, como persona,
gracias porque en esa fotografía, en esa sonrisa, en esa mirada lo dices
absolutamente todo”.
En la ceremonia participaron también
la directora de la CNTeatro, Aurora Cano, y los actores de número de la
agrupación Óscar Narváez, Julieta Egurrola, Angelina Peláez y Arturo Beristain,
quienes compartieron anécdotas y dieron testimonio de la vida y obra del
homenajeado, así como familiares, amigos y público en general.
Los actores y actrices, así como la
directora de la compañía a la que perteneció en sus últimos años Farnesio de
Bernal, hablaron del actor y bailarín, pero también de otras cualidades, como
la coreografía, la fotografía, la música, el idioma italiano que dominaba; del
amigo, el colega, el maestro, el padre, pero sobre todo del ser humano que hizo
lo que más quería: bailar, cantar, actuar, disfrutar de su arte.
En el escenario, en un extremo, lucía
una fotografía a color enmarcada de un joven y sonriente Farnesio de Bernal, y
junto a ella una pequeña caja que contenía las cenizas del artista, y un ramo
de flores. Al otro extremo, el actor Óscar Narváez condujo las intervenciones,
tato de sus compañeros, como la propia.
Aurora Cano hizo una semblanza del
artista homenajeado y dijo: Farnesio fue un artista poliédrico que abarcó todas
las posibilidades expresivas que un intérprete puede explorar desde el cuerpo,
desde el alma, y tuvo el recurrente interés por las artes visuales, la
fotografía y por el piano.
Destacó su enamoramiento del teatro
al ver actuar a María Tereza Montoya y de la danza al mirar bailar a José
Limón. Su formación se dio con los más destacados maestros de teatro y la danza
y en las clases en el Palacio de Bellas Artes, donde se encontraba la Escuela
de Arte Dramático del Inbal.
La directora artística de la
agrupación del Inbal afirmó que Farnesio de Bernal es un artista emblemático,
porque su carrera representa la renovación que vivieron a partir de los
cincuenta del siglo XX en México. “La primera vez que lo vi me dio miedo, sin
saber que detrás de sus personajes se encontraba uno de los actores más
cándidos, generosos, dulces, sensibles, entrañables”.
“Para la CNT, a la que ingresó en
2008 como actor de número, fue y será siempre un honor haber contado con su
creatividad y talento, dentro y fuera de la escena. Vivirá siempre en nuestra
memoria”, agregó.
En seguida, Óscar Narváez aseguró que
Farnesio de Bernal fue y siempre será uno de los compañeros más queridos que
uno pueda imaginar: “Uno guarda en el alma a los seres elegidos por el corazón
para llevarlos por siempre en el pensamiento; uno conserva en la memoria la
gracia que la vida nos regala cuando tu camino se cruza con otros caminos para
darle sentido a tu existencia al caminar por un bosque perpetuo.
“Farnesio de Bernal es uno de esos
árboles del bosque de mis afectos, un árbol que nos abraza y nos cobijan
siempre generosos; yo no lo extraño porque su ejemplo de vida lo pienso todos
los días, porque la congruencia de su proceder es el espejo al que me asomo
para tratar de emularlo y ser consecuente con mis propios actos,
Arturo Beristain refirió que conoció
al homenajeado en 1973 en el rodaje de la película El santo oficio. Luego
volvieron a coincidir, pero en el teatro. Y narró dos anécdotas que le fueron
como lección: cuando una obra requería hacer un desnudo y De Bernal, a sus 82
años, la realizó; y otra cuando encarnó a un anciano, pero Farnesio lo hacía
ver “aún más anciano”, porque decía que era justo el anciano que requería la
obra: “Se trata de no ser el viejo que se es, sino del personaje viejo que se
debe representar –decía–. Así era él”.
Por su parte, la actriz Julieta
Egurrola lo recordó a través de puestas en escena en las que participaron
juntos (De la vida de las marionetas, Nadie sabe nada, etc.) y que le
marcaron en su vida. Antes de entrar al escenario, era fundamental ir a saludar
a Farnesio a su camerino, saber que estaba ahí y sentir que estaríamos
compartiendo la obra.
Una de las lecciones que aprendió
–contó Egurrola— fue cuando en 1983 el compañero de vida de Farnesio falleció y
el actor se negó a suspender la función. “Años después –recordó la actriz—
falleció mi madre y recordé aquella ocasión y seguí su ejemplo”. Farnesio de
Bernal es un ser memorable, cariñoso, maravilloso, amable, amoroso, bondadoso,
generoso, se le quiere y se le querrá siempre., dijo.
Finalmente, la actriz Angelina Peláez
recordó que no conoció a De Bernal con todas sus virtudes artísticas, sino que
poco a poco, con el tiempo, y trabajando juntos. Fue una sorpresa encontrar a
una persona afectuosa y cariñosa, pero sobre todo a una persona que estaba
abierta a que lo conocieran, y me di cuenta de que parecía un adolescente
internamente.
“Lo recuerdo rebelde, como cuando
dejó su casa porque su padre no lo dejaba ser actor y bailarín, no lo dejaba
disfrutar lo que él sabía y quería hacer: bailar, cantar, actuar. Siempre fue
un adolescente que hizo lo que quería hacer. Lo recuerdo con cariño por esa
rebeldía que lo llevó a realizarse en todo lo que quería hacer y dejar algo en
el corazón de uno”.
En el homenaje se proyectaron en una
pantalla una serie de fotos que Farnesio de Bernal le tomó a sus compañeros de
la CNTeatro, así como un documental sobre la vida de Farnesio realizado por
Carolina Kerlow. Ahí el actor cuenta que un día, hace 37 años, adoptó a una
familia formada por la madre y tres hijos.
Ahí mismo se leyó una carta que
escribió su hija Alfonsina en nombre de todos ellos: “Hace 37 años mi padre
decidió cuidar esta familia. Él ya no está, pero vivirá por siempre en nuestra
memoria. Nos quedamos con cada palabra de aliento que nos ayuda a seguir
adelante. Honraremos siempre la memoria de quien fue el mejor padre del mundo”.