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Sólo en la
Ciudad de México se realizan 23 millones de viajes al día, precisa Javier
Hernández
Después
de veinte años, las grandes ciudades analizaron la necesidad de un el cambio de
modelo operacional del transporte público, donde los concesionarios han jugado
un papel primordial, al modificar prácticamente su historia y pasar de un
modelo obsoleto a una modernización integral, que beneficia no solo a su
sector, sino a toda la población.
En el marco del 14º Congreso de Transporte de la Asociación
Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Javier Hernández,
presidente de la Academia en Transporte del IPN, indicó que los recursos
humanos, el reto a nuevos paradigmas y el aprendizaje de los anteriores
transportistas y ahora empresarios, ha permitido mejorar la calidad del
servicio y que el negocio en el sector de la movilidad se mantenga vigente,
pues tan solo en la Ciudad de México se realizan 23 millones de viajes al día.
Durante
la conferencia “El operador de transporte público clave en el cambio del modelo
de negocio”, se habló justamente del papel que le ha tocado jugar a los
operadores, a quienes les ha tocado crear nuevas empresas, con beneficios
ambientales, de salud, de movilidad y económicos.
Por su
parte, Daniel
Villaseñor, presidente del Consejo de Administración del Organismo
Administrador Pagabús y Transportistas coordinados de León, Guanajuato, señaló
que el principal reto es creer en ellos y en el cambio.
“Cuando
somos hombre camión tenemos accidentes, la hacemos de representante de empresa,
luego nos hace falta un operador, llega la revista mecánica y me pongo de
mecánico, a cambiar balatas, me pongo a pintar, papelear, entonces eso no es el
futuro del transporte, tenemos que profesionalizarnos,” indicó Villaseñor.
Aseguró
que antes de que llegara el BRT a la ciudad del Bajío, existían altas jornadas
laborales, competencia por el pasaje, trato deficiente al usuario, sobreoferta
de autobuses y sobre posicionamiento de rutas.
La competencia por el pasaje y la guerra por el centavo lo eliminamos también
con sueldos, con bonos, como bono disel, bono de cumpleaños, bono por
recomendación; es decir, explicó, alguien me recomienda un operador y todos los
meses, en lo que dure, es otra persona, yo recomiendo al señor y a mí me dan
mil pesos al mes, por cada mes que siga trabajando en la organización.
“El
único subsidio que tiene la ciudad de León a lo largo de su historia ha sido la
infraestructura en las estaciones de transferencia, en los paraderos, en los
pisos por donde pasan las unidades y, últimamente, 95 millones de pesos
etiquetados sólo para la compra de autobuses, indicó.
En su participación, Ferney López, director ejecutivo
de la Asociación de Transportadores del Valle de
Aburrá, Medellín (Asotransvaa), señaló que cada
vez son más los retos que enfrenta el sector transporte, porque la tecnología
requiere de mayor eficiencia y no sólo de tener autobuses “bonitos”.
“Lo
que el ciudadano quiere es que haya paraderos inteligentes, que los carriles
sean preferenciales, que el sistema público colectivo, así como el masivo,
tengan carriles para poder evacuar, para tener frecuencia, para tener un
servicio oportuno ágil y con una eficiencia capaz de cumplir con la necesidad
que el usuario demanda. Más que buses bonitos o eléctricos, lo que quiere es
haya cobertura, frecuencia y servicio, y así estaría tranquilo”.
Por
su parte, José Luis González Galán, secretario de Movilidad de Vanguardia
(Mova), aseguró que en México la operación tradicional pasó a una mejorada, que
ha permitido tener costos reales y transparentes, pero, sobre todo, disminuir
el número de accidentes.