Por Edgar Hernández*
Esta es una de las tantas
historias de las tragedias que ha vivido Veracruz a partir del 2018 tras la
asunción de Cuitláhuac García, es la historia de Yolli García, presa política
por más de 3 años por decir la verdad.
Ahí, arrumbada por años en un
camastro de mala muerte en la prisión de Pacho Viejo donde fue confinada para luego
ser llevada al hospital donde le realizaron una operación de corazón abierto,
hoy ya en libertad tras obtener el juicio de amparo federal 553/2022, Yolli
García Álvarez, no quiere saber nada.
Ni platicar con nadie. Menos
contar la historia de la venganza del gobernador.
Hoy, sin embargo, cobran vigencia
tras hacerse público el empeño de López Obrador por demoler al INAI y su
versión veracruzana IVAI, organismos responsables de la transparencia
gubernamental.
Nos regresa a la memoria la
trágica historia de Yolli.
La cruel venganza de Cuitláhuac
se inició en 2020 cuando Yolli dio a conocer, a través del Instituto
Veracruzano de Acceso a la Información -IVAI- que encabezaba ciertos manejos
financieros que encolerizaron al mandatario.
¿Cómo se desquita Cuitláhuac?
Adán Armenta, esposo de Yolli dio
cuenta en su momento que “un día después de concluir su cargo el 26 de marzo de
2020, mi esposa fue detenida por haber nombrado a personal del Órgano Interno
de Control (OIC) del instituto, sin tener atribuciones para ello, delito que,
sin embargo, no ameritaba cárcel”.
Destacó, también en su momento,
que Yolli “fue acusada de ejercicio indebido del servicio público, abuso de
autoridad y coalición, lo cual jurídicamente es irregular porque le imputan
tres delitos por la misma acción los cuales tampoco ameritaban cárcel”.
Luego, el 22 de diciembre de
2020, fue acusada de cometer el delito de omisión, por no haber dotado de
presupuesto al OIC, a pesar de que el gobierno del estado no etiquetó
presupuesto para ello
Y aunque ninguno de los delitos
arriba citados es considerado grave, el juez penal que lleva el caso, Gregorio
Esteban Noriega Velasco, dictó prisión preventiva con el argumento de que
“podría darse a la fuga”.
La consigna del gobernador era
dejarla en prisión de manera indefinida, es decir, sin juzgarla. La salud de
Yolli, sin embargo, mermó al paso de los años en prisión hasta ponerla al borde
de la muerte.
¿Qué pecado cometió Yoli García?
En julio de 2019, el pleno del
IVAI resolvió que la Secretaría de Seguridad Pública debería entregar la
información sobre la adquisición de 160 patrullas que un ciudadano le solicitó
vía Plataforma Nacional de Transparencia.
Había la sospecha de sobreprecios
-ya después confirmada- que dio como resultado que el propio gobernador echara
abajo la decisión de reservar hasta por cinco años toda la información
relacionada con ese caso.
A esa primera molestia del
gobernador, se sumó la decisión del pleno del IVAI de ordenar a la Contraloría
General del estado entregar la información sobre el expediente de un
funcionario de la secretaría de Finanzas y Administración.
Se trataba ni más ni menos que de
Eleazar Guerrero, primo hermano de Cuitláhuac, lo cual colocaba al mandatario
en una situación de conflicto de intereses.
Ahí se iniciaría el viacrucis
para Yolli.
En su momento declaró que:
“Concretamente una persona me atajó en la calle y me dijo que le bajara dos
rayitas a mis pendejadas” y por otras vías le advirtieron que “me iban a
fregar, nada más que dejara el cargo”.
Y así fue.
Un día después de haber dejado la
responsabilidad pública fue detenida con lujo de violencia y convertida en
“presa política”.
¿Cómo fue la detención?
Yolli había sido citada “para
tomar un cafecito” por Naldy Patricia Rodríguez Lagunes, una vieja periodista
con cierto crédito hasta que se abrazó a los propósitos del Bola #8, quien la
invita como titular de la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Gobierno,
para luego mostrarle la manzana podrida.
Le pediría a Naldy citara a Yolli
en un lugar público para que le explicara algunos detalles sobre el
funcionamiento del IVAI, quien al llegar al lugar fue detenida en aparatoso
operativo policial.
Naldy se escabulló del ruido
mediático, regresó a su oficina en espera del pago a la delación tras poner a
Yolli como carnada y listo, el 4 de junio del 2020 es nombrada Presidenta del
IVAI.
El tamal de la venganza se había
consumado.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo