Un auditor federal se encuentra investigando si la
agencia antidrogas estadounidense bajo el liderazgo de Anne
Milgram, otorgó indebidamente contratos millonarios.
Estos contratos habrían sido por adjudicación
directa a sus antiguos colegas, según revelaron a The Associated Press personas
con conocimiento de la pesquisa.
Entre
los contratos de la DEA por investigar están uno por 4.7 millones de dólares
para realizar “planeación y comunicación estratégica”.
Con
esa cantidad Milgram reclutó personas que conoció cuando era fiscal general de
Nueva Jersey y profesora de derecho de la Universidad de Nueva York.
Una
docena de personas han sido beneficiadas con esos contratos, incluidos algunos
del círculo cercano de Milgram y quienes manejan inteligencia, análisis de
datos, servicios comunitarios y relaciones públicas.
Estos trabajos regularmente requieren autorizaciones
especiales de seguridad y que suelen desempeñar los 9 mil empleados de la
propia DEA.
Otro
contrato por investigación es por un pago por 1,4 millones de dólares a un
despacho de abogados de Washington por un análisis reciente de las escandalosas
operaciones de la DEA en el extranjero.
Este análisis fue realizado por Boyd Johnson, antiguo mano derecha de uno de los amigos más cercanos de Milgram, Preet Bharara, cuando fue el poderoso fiscal federal de Nueva York. Bharara obtuvo un puesto en el despacho.