De
acuerdo con la OMS, cada año mueren, como mínimo, 2.8 millones de personas a
causa de la obesidad o el sobrepeso.
Este 4 de marzo se conmemora el Día Mundial
contra la Obesidad y es una oportunidad para
recordar las afectaciones que este problema de salud pública acarrea a la población y cómo es posible combatirla.
De acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud (OMS), la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a
nivel mundial, se estima que desde 1975 esta enfermedad se
ha triplicado, tanto que en 2016 incrementó a 1900 millones de adultos y 340
millones de niños y adolescentes.
Mientras que la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
ha detectado que, por primera vez en la historia del mundo, la población con
exceso de peso superó a quienes están desnutridos.
El
sobrepeso y la obesidad se padecen cuando existe un exceso de acumulación de
grasa que puede acarrear otras enfermedades crónicas que son factores de riesgo para la salud, como son la
diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, apnea
del sueño y el cáncer.
Puede
provocar, además, trastornos mentales o estados depresivos de diferente
magnitud derivados de un elevado peso.
Actualmente,
800 millones de personas viven con la enfermedad, y millones más están en
riesgo.
Se
calcula que las consecuencias médicas de la obesidad costarán más de un billón
de dólares para el 2025, y se
espera que la obesidad infantil aumente en un 60
por ciento en la próxima década, alcanzando los 250 millones en 2030.
De
acuerdo con la OMS, cada año mueren, como mínimo, 2.8 millones de personas a
causa de la obesidad o el sobrepeso.
En
tanto, especialistas consideran que el incremento en la obesidad y sobre peso
se encuentra estrechamente relacionado con los hábitos alimenticios, el consumo de
comida chatarra y la vida sedentaria de las grandes urbes.
De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, en
México el 74.1 por ciento de la población adulta y 38.2 por ciento de la
población infantil tienen sobrepeso u obesidad, cifras que irán
en aumento durante los próximos años ya que el 34 por ciento de los mexicanos
ha subido de peso durante la pandemia.
En los
últimos dos años los mexicanos aumentaron su peso
durante la pandemia un promedio de 8.5 kilos por persona,
la cifra más alta comparada con otros países reveló el estudio ‘Las
implicaciones del COVID-19 en nuestra dieta y salud’.
México es actualmente detrás de
Estados Unidos el segundo país del mundo con mayor índice de personas obesas,
y es el primer país del mundo con niños que padecen sobrepeso.
El sobrepeso y la
obesidad pueden prevenirse en su mayoría, las
personas pueden optar por limitar la ingesta energética procedente de la
cantidad de grasa total y de azúcares.
Aumentar
el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y
frutos secos; y realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios
para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).
Por su parte, la
industria alimentaria puede desempeñar un papel importante en la promoción de
dietas sanas reduciendo el contenido de grasa, azúcar y sal de los alimentos
procesados;
Asegurando
que las opciones saludables y nutritivas estén disponibles y sean asequibles
para todos los consumidores.
También,
limitando la comercialización de alimentos ricos en azúcar, sal y grasas, sobre
todo los alimentos destinados a los niños y los adolescentes.