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Guerras,
hambrunas, pandemias, trata de personas…
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Es
una de las zonas del mundo más afectadas por el calentamiento global
Por: Roberto
Gutiérrez Alcalá
Foto: Reuters.
CDMX, 7 de febrero
de 2023. – Aunque la guerra civil de Etiopía es indudablemente el conflicto más
importante que padece África en la actualidad, hay otros problemas graves y
complejos que también agobian a este continente.
Uno de ellos es el
que tiene por escenario la región del Sahel, un cinturón de 5,400 kilómetros de
longitud y de entre varios cientos y mil kilómetros de ancho, que atraviesa el
continente africano desde al océano Atlántico, en el oeste, hasta el mar Rojo,
en el este, y que actúa como zona de transición entre el desierto del Sahara y
la sabana sudanesa.
Con un área total
de 3,053,200 kilómetros cuadrados, la franja del Sahel, como se le conoce, se
extiende por 10 países: Senegal, Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger,
Nigeria, Chad, Sudán, Etiopía y Eritrea.
En principio, la
franja del Sahel es una de las zonas del mundo más afectadas por el
calentamiento global. A esto hay que sumarle la presencia, a lo largo y ancho
de ella, de innumerables grupos armados muy violentos que persiguen diversos
objetivos, lo cual la convierte también en una de las regiones más
militarizadas del planeta.
“Algunos son
yihadistas y han expresado unas demandas de corte político relacionadas con la
imposición de la doctrina islámica en su versión más extrema. Otros simplemente
están tratando de aprovechar las luchas por el poder para tratar de maximizar
sus beneficios. En la mayoría de los casos, estos grupos armados conocen a la
perfección el territorio que dominan, de tal modo que los gobiernos de los
distintos países por los que pasa la franja del Sahel no pueden combatirlos con
eficacia”, dice Beatriz Escobar Cristiani, coordinadora del Diplomado en
Estudios sobre África del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y
África (PUEAA) y académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Así, de acuerdo
con la Organización de las Naciones Unidas, en la franja de Sahel ha surgido
una combinación explosiva de violencia, inseguridad, extrema pobreza y precios
altísimos de los alimentos, que ha puesto en riesgo la vida de millones de
seres humanos, especialmente en Malí, Burkina Faso, Níger y Chad. De ahí que
esta región sea llamada también “el cinturón del hambre”.
“Por supuesto,
tanto la guerra de Etiopía como los problemas en la franja del Sahel han
impedido que una gran cantidad de africanos tenga acceso a los servicios de
salud y a la educación”, señala la académica universitaria.
Situación más
favorable
A pesar de todo,
hay varios países en África austral, entre ellos Sudáfrica, donde la situación
es más favorable gracias al desarrollo que han alcanzado en los últimos años.
“Ahora bien, por
lo que se refiere a los servicios de salud y a la educación, incluso en esos
países se aprecia una amplia diferencia entre los distintos sectores de la
población: los citadinos tienen más acceso a ellos que los rurales. Y en cuanto
a las mujeres africanas, en algunos países todavía es una práctica común
limitar su acceso a ciertos derechos que ya están consagrados en sus
respectivas legislaciones. Es decir, se da una dinámica en la que determinados
grupos siguen tratando de limitar dicho acceso, pero, al mismo tiempo,
gobiernos y sectores cada vez más amplios de la sociedad civil no dejan de
luchar para que alcance una mayor universalidad”, comenta Escobar Cristiani.
Estereotipo
Desde hace tiempo
se afirma que África es un continente rezagado y olvidado por la comunidad
internacional. Al respecto, la académica indica: “Como otros estereotipos, éste
tiene una base en la verdad; sin embargo, no es toda la verdad. Efectivamente,
debido a su pasado colonial, África ha logrado menores niveles de crecimiento
económico que otros continentes y ha sido objeto de una atención insuficiente
por parte de la comunidad internacional, pero ello no significa que ésta sea su
única realidad. Si bien aún enfrenta problemas muy graves, no puede negarse que
muchos gobiernos y sectores de la sociedad están trabajando duro para tratar de
resolverlos y, asimismo, conseguir que este continente ocupe una mejor posición
en la escena internacional. Un ejemplo de este trabajo es el que efectúa la
Unión Africana, un conglomerado político formado por 55 Estados que promueve la
unidad y la solidaridad entre sus miembros”.
DATOS
DEVASTADORES
En la última
década, 2.5 millones de personas han tenido que huir de sus hogares por los
conflictos y la violencia en el Sahel. Según la Coordinación de Ayuda de
Emergencia de la ONU, casi 15 millones de personas, nada más en Malí, Níger y
Burkina Faso, necesitaban asistencia humanitaria en 2022. Eso es, cuatro
millones de personas más que un año antes. Al iniciar 2022, la ONU estimaba que
ocho millones de personas padecerían hambre en los meses siguientes, lo que tenía
sentido, ya que el 80% de tierras de cultivo del área están afectadas por el
calentamiento global. Además, ACNUR advierte que las mujeres y los niños se
llevan la peor parte de la crisis humanitaria en el Sahel. En toda la región,
la violencia sexual, los abusos, la explotación, los matrimonios forzados y
precoces así como la trata de personas se han generalizado.
Fuente: UNAM