Los secretos de los Wayne serán
la condena de Bruce.
Scott Snyder, la última pluma
prolífica dentro del Batiuniverso de DC Cómics, ha descubierto que la urbe del
crimen que Batman juró proteger con su vida es, en realidad, un enigma para el
propio vigilante. En sus portales, rascacielos y callejones deambula toda clase
de venganza, ¿será el caballero oscuro capaz de imponer la suya antes que la de
peligrosos asesinos seriales, cultos y mafias poderosas?
Matt Reeves, director de The
Batman, la nueva visión del encapotado ahora interpretado por Robert Pattinson,
cuyo preestreno y estreno serán mañana y pasado en complejos nacionales, ha
traído esta expiación a la vida y sicología de Bruce Wayne y el Hombre
Murciélago.
La cinta no es un reinicio, nos
ubica en el segundo año del caballero de la noche (Pattinson) como vigilante de
Gotham, aliado al oficial Jim Gordon (Jeffrey Wright) y Catwoman (Zoë Kravitz)
para dar con el asesino serial The Riddler (Paul Dano), un misterioso
terrorista que ha destapado, en noche de Halloween, relaciones de la familia
Wayne con el mafioso Carmine Falcone (John Turturro), jefe del naciente hampón
Oswald Cobblepot, El pingüino (Colin Farrell).
“Trata de darle sentido a
su vida poniéndose en situaciones peligrosas. No tiene control de sí mismo, esa
es mi visión, de eso se trata esta producción. Está destinado a la intimidación
criminal. Y la pregunta que se hace es, ¿qué pasa cuándo se pone la máscara? Se
pierde. También se lucha contra sí mismo.