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Más de
500 telescopios solares y nocturnos el Sol, la Luna, Marte, Júpiter y Saturno
Bajo la organización y el patrocinio
de la Secretaría General, la Coordinación de la Investigación Científica y el
Instituto de Astronomía de la UNAM, así como de las secretarías de Cultura y de
Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno de Ciudad de México,
el sábado pasado, después de un paréntesis de dos años abierto por la pandemia
de Covid-19, la Noche de las Estrellas volvió a su formato presencial en el
Zócalo de la capital del país, esta vez con el tema “La ciencia, sustento del
desarrollo”.
El que ya es considerado el evento de
divulgación de la ciencia más importante de México y el resto de Latinoamérica
se concibió hace 14 años para difundir el conocimiento astronómico entre la
población y facilitarle la observación de diversos objetos celestes a través de
telescopios.
Un grupo de aproximadamente mil
voluntarios –conformado por astrónomos profesionales y aficionados,
divulgadores y estudiantes– se encargó de guiar y apoyar a los miles de
personas de todas las edades que, desde las 16 hasta las 22 horas, se dieron cita
en el Zócalo capitalino para visitar las 60 carpas en las que se realizaron
conferencias, pláticas y exposiciones fotográficas; así como actividades
lúdicas y talleres de ciencia y arte. También pudieron recorrer tres
planetarios móviles, pero sobre todo observar, a través de más de 500
telescopios solares y nocturnos, el Sol, la Luna, Marte, Júpiter, Saturno, la
galaxia de Andrómeda, ciertos cúmulos estelares y algunas nebulosas.
Otras sedes
Al
igual que en ocasiones anteriores, la Noche de las Estrellas también se llevó a
cabo en otras noventa y tantas sedes distribuidas a lo largo y ancho del país,
como plazas, parques, deportivos, universidades y museos.
De
acuerdo con José Franco, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM y
coordinador nacional de la Noche de las Estrellas, desde la primera edición de
esta velada astronómica se ha logrado llevar el conocimiento científico a más
de tres millones de personas con la colaboración de casi 60 mil voluntarios y
se han utilizado más de 17 mil 500 telescopios en 856 sedes nacionales y 48
internacionales.
“Ahora
bien, hay que dejar claro que quienes realmente hacen la Noche de las Estrellas
son los miles de voluntarios que llevan de la mano a toda la gente que llega a
las distintas sedes, no sólo para conocer los objetos de la noche, sino también
para aprender muchas cosas de otras áreas de la ciencia”, añadió.
En el
programa académico participaron diferentes escuelas, facultades e institutos de
la UNAM, así como el Instituto Politécnico Nacional, el Instituto Tecnológico y
de Estudios Superiores de Monterrey, campus Santa Fe, el Centro Astronómico
Clavius de la Ibero, la Agencia Espacial Mexicana y los PILARES (Puntos de
Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes) del gobierno de la Ciudad de México,
entre otras entidades.
Fuente: UNAM