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Colegas
compartieron sus experiencias con el patólogo, fallecido el 27 de enero de
2022, a quien calificaron como el más grande científico mexicano
Ciudad
de México, 2 de diciembre. – Amante de la música, conocedor de la cultura,
excelente lector, viajero y un gran amigo, así fue como Julia Tagüeña, física
investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), describió
al también investigador, científico, historiador y escritor Ruy Pérez Tamayo
durante el homenaje póstumo que se le rindió este jueves en la Feria
Internacional del Libro de Guadalajara, como parte del programa FIL Ciencia.
Tagüeña
recordó que en una entrevista Pérez Tamayo, fallecido el 27 de enero de este año,
se describía a sí mismo como un león sin melena, esto porque tenía fama de ser
agresivo, tras lo que leyó un fragmento de de esta. Ahí, el científico cuenta
que comenzó a trabajar como jefe de servicio en un hospital desde muy joven y
enfrentó un ambiente muy hostil, por eso desarrolló una actitud agresiva.
“Además no soy sumiso, cuando debo decir algo, lo digo, y eso hace que me
tengan un poco de miedo, pero una vez que pasa esa barrera soy un león sin
melena”.
Alejandro
Mohar, investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, compartió con
la audiencia cómo Pérez Tamayo influyó en su decisión de dedicarse también a la
patología en 1977, cuando era estudiante en la Facultad de Medicina. Compartió
que eligió tomar la asignatura que impartía Pérez Tamayo y sus compañeros lo
cuestionaron por la decisión: “¿Cómo se te ocurre?”, le increparon. Desde el
primer día de clase, su profesor les advirtió que su curso era difícil de
aprobar, y que los exámenes eran a libro abierto; sin embargo, siguió adelante
y decidió ser patólogo.
Conforme
avanzaba en la clase, Mohar seguía tratando de obtener su reconocimiento hasta
que logró que se convirtiese en su mentor y pudo así proseguir con sus estudios
hasta que se despertó su interés por incursionar en la cancerología desde una
perspectiva de salud pública. Entonces Pérez Tamayo lo alentó a continuar y
buscar una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para
estudiar en Harvard.
El
físico Alejandro Frank afirmó que uno de los científicos con los que se ha
sentido más identificado fue Pérez Tamayo, por su amor gran por la ciencia.
“Libertad por el saber” es el lema del Colegio Nacional, y Pérez Tamayo fue de
los mejores exponentes de esta visión.
En su
opinión, es imposible desplegar la extensión de su obra. Tan solo el Colegio
Nacional ha publicado 26 tomos de sus obras. Tras fundar y dirigir la Unidad de
Patología de la UNAM, Pérez Tamayo fue jefe de Medicina Experimental en la
Facultad de Medicina de la UNAM por más de 60 años, donde publicó cientos de
artículos científicos y 87 libros, entre ensayos y temas de investigación.
“Ruy
Pérez Tamayo fue tal vez el máximo expositor e impulsor de la ciencia en
México, ya que combinó su singular y extraordinaria labor de investigador
científico con una excepcional capacidad para la comunicación, la divulgación
científica y el impulso de estas actividades. Defendió siempre la importancia
fundamental de desarrollar una cultura científica”, dijo y añadió que el libro
10 razones para ser científico es una brillante narrativa llena de verdades y
buen humor para invitar a los jóvenes a volcarse a la ciencia. “La razón número
10, enumera el libro, es que la investigación científica es una actividad a
través de la cual se puede conservar la eterna juventud”, concluyó.