Por Héctor Guerrero
Mientras tenemos un país
consumido por la violencia y el hambre, al presidente López le parece buena
idea organizar un desfile en su honor, financiado por todos nosotros, los
ciudadanos que pagamos impuestos, nos guste o no, pagamos un evento para que el
gobierno le aplauda al gobierno que más o menos costó mil 500 millones de
pesos.
Todo lo que está sucediendo con
la autollamada #4T es nutrirse de todos los elementos y símbolos del pasado
dictatorial priista, que ya se había quedado atrás, con la falacia de construir
un México mejor.
Afortunadamente López resistió la
marcha y no hubo ningún evento que
comprometiera la salud del mandatario. Para mí esto es lo positivo de la marcha
que hoy no tenemos nada que lamentar más que ver en qué tipo de banalidades se
van recursos que bien podrían ser utilizados para… ¿medicinas por ejemplo?
En fin, lo que podemos decir es
que la marcha cumplió con los puntos y las expectativas de cada quién, tanto
los perpetradores, como la oposición. Todos tuvieron lo que necesitaban.
Lo cual no necesariamente quiere
decir que estuvo bien lo sucedido el fin de semana pasado, donde no fueron
capaces de llenar el zócalo, jala más gente La Maldita Vecindad sin regalar
tortas frutsis o pesos a los asistentes.
El domingo se llevó a cabo un acarreo
masivo ordenado por el gobierno federal, donde se se pasó lista, donde a
talleristas de los más de 250 Pilares que operan en la Ciudad de México (CDMX)
las obligaron a llevar hasta 10 personas a la marcha, adultos mayores que
fueron reclutados con la promesa de que se entregarían 2 mil pesos, o que
podrían obtener de forma rápida la tarjeta del Bienestar personas de la tercera
edad.
A cambio de una torta, un asiento
en un camión nuevo para salir un rato de la miseria y darse una vuelta por la
capital, echar relajo y ver si pueden ver de cerca o tocar a su mesías.
De una forma descarada, pues con
el cinismo que los caracteriza el propio López avaló el acarreo, quizá como
pare enfatizar a todos sus cromarifles que en verdad, necesitaba gente.
Es por eso que CDMX, Estado de
México, Morelos, Puebla, Tabasco, Campeche, Quintana Roo, Hidalgo, Chiapas y
Veracruz, se les pidió una cuota para superar el medio millón de almas.
Por lo menos en la CDMX vimos
como la corcholata, mandó a sus huestes a tapizar con propaganda todas las
calles, incluido el metro, donde los anuncios sólo aparecieron y nadie sabe ni
cómo ni por qué.
A igual que agrupaciones
sindicales y políticas como lo que queda del Sindicato Mexicano de
Electricistas, secciones del magisterio y de la Confederación Autónoma de
Trabajadores y Empleados de México (CATEM), la Coalición de Organizaciones
Democráticas Urbanas y Campesinas , “Qué Siga la Democracia”, entre otras.
Las corcholatas exhibidas,
Claudia repartiendo el pan, Adan Augusto en Patín del diablo, al pobre de
Marcelo le escupieron, al Epigmenio le
dio la pálida, en fin todo lo que tienen que hacer y soportar para agradar a su
líder.
Pero como decíamos, todos
quedaron exhibidos.
En la parte baja de la pirámide,
los mas numerosos en a marcha son quienes por su condición, cualquier dádiva es
ganancia y no solo eso, son víctiams del aparato propagandístico y demagógico
del gobierno, al grado que creen que el asistir a la marcha es un regalo del
presidente, un viaje a la capital que ninca hubieran podido solventar, con
alimentos y propina incluida, créanmelo, es muy difícil que digan que no, van
agradecidos, son los pobres, de los cuales ya ha generado más de 4 millones
desde que llegó a la sila..
En el siguiente peldaño van las
personas o grupos que, a sabiendas que esto de la marcha y desfile es una
canallada, un acto de manipulación y todo lo que sabemos que es, acuden porque
no les queda de otra, porque les quitan el empleo, el puesto callejero o la
dádiva, atados de manos, le hacen caldo gordo al Mesías.
El siguiente escalón son los
seudo líderes, como zopilotes, oportunistas que, por quedar bien con el
funcionario de gobierno, alcalde, gobernadores, a sabiendas de que esa marcha
es una basofia, se sube a la camioneta al camión.
Otro escalón es el de los
coyotes, los que reciben contratos millonarios que quieren mantener sus
privilegios y que les otorguen más adjudicaciones jugosas.
Otro más son los militares,
vestidos de civil, trasnsportados en unidades militares dispuestos a hacer bola
y a observar que todo marche bien en este desfile, pues de seguro acudieron sus
familias.
Y en la parte de arriba, los
políticos de siempre, haciendo lo de siempre.
Todo esto para chutarse más de
hora y media del mismo discurso de todos los años de todos los informes, burdo
y soso.
El PRI con esas mismas prácticas
si llenaba el zócalo, ni siquiera eso saben hacer bien, habrá represalias a
quienes no cumplieron su cuota.
Pero volviendo al tema. ¿En que
se podrían gastar mil 500 millones de pesos?
Con el reciente papelón de México
en Qatar y que #París2024 está a la vuelta de la esquina, pienso en por
ejemplo, un atleta requiere entre 1.5 y 3.5 millones de pesos anuales para su
preparación de un ciclo olímpico. Es decir las competencias y clasificatorios
de los juegos anteriores al próximo a competir, incluidos los Juegos
Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos.
Otro ejemplo es que el INEGI
reveló con cifras que de 4.9 millones de micro, pequeñas y medianas empresas
censadas antes de la pandemia, sobrevivieron 3.9 millones. El millón de
negocios que quebraron, empleaban cerca de 3 millones de personas, negocios que
nunca recibieron apoyo del gobierno y que bien les hubiera caído algo para
sobrevivir y dar empleo. No sé, se me ocurre. ¿Y a ustedes?
Ya está saliendo muy carito las
encuestas, sus informes, sus desfiles y sus marchas ¿No lo creen?
El exabrubto de ese espectáculo
que les acabo de describir es la nueva epifanía del Peje al llamar a su
movimiento y todo lo que está haciendo o cree que está haciendo se llame
“Humanismo mexicano”.
Ese “Humanismo mexicano” que el
domingo humilló una vez más a los más necesitados, que los trata igual o
peroque el viejo PRI, una doctrina que para efectos clásicos, tiene su piedra
angular en algo tan simple como una torta y un frutsi, para terminar como
ooooootro sexenio perdido, como otros tantos. ¿A poco no se cansan de la misma
película?
Al final del día, los acarreados a sus jacales, a su pobreza y el rey y su comitiva, a su Palacio. Ese es el promotor del humanismo.
Lo demás es puro circo.
Como la “gira de la reconciliación que harán Creel y Monreal, quien dijo que lamentaba perderse la torta y el frutsi, pero que él mejor se iba para Madrid.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero