De 21
industrias en Jalisco, 10 no han podido recuperar el nivel de producción que
tenían previo a la pandemia de Covid-19 en términos de valor, y de esta decena,
tres pertenecen a la industria de la moda.
Por
ejemplo, la fabricación de insumos textiles en Jalisco alcanzó un valor de 674
millones de pesos en 2021, un 49.9 por ciento menos que los mil 346 millones de
2019, de acuerdo con la Encuesta Mensual de la Industria Manufactura (EMIM),
del Inegi, todo a precios constantes, es decir, eliminando el efecto de la
inflación para poder comparar.
La
fabricación de prendas de vestir fue de 382 millones de pesos el año pasado, 42
por ciento abajo respecto a los 659 millones de 2019.
El
curtido de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero pasó de 3 mil 283
millones en 2019 a 2 mil 303 millones de pesos el año pasado, 29.8 por ciento
menos.
Roberto
Santana Flores, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido
(Canaive) Delegación Jalisco, señaló que aunque hay pedidos para la industria
local de la moda, la escasez de insumos no permite producir lo suficiente para
surtir todos.
«Está
todo muy escaso, como que la cadena se rompió (…) y no nos hemos podido
recuperar en parte por eso, pero es una industria muy pujante y si tuviéramos
todos los insumos seríamos muy buenos», añadió el también líder del
Consejo de la Moda de Jalisco.
Otra
industria estratégica para Jalisco que no ha recuperado su nivel prepandemia es
la fabricación de equipo de transporte, que pasó de 84 mil 264 millones de
pesos en 2019, a 60 mil 643 millones en 2021, una caída de 28 por ciento.
La
fabricación de equipos de cómputo y electrónicos fue de 19 mil 122 millones de
pesos en 2021, un 45.9 por ciento menos que los 35 mil 365 millones de 2019.
Para
Luis Aguirre Lang, vicepresidente de Index de Occidente, lo anterior se debe a
varios factores, uno de ellos es que se ha tenido una mayor producción de
equipos para la salud y telecomunicaciones debido a un cambio en el consumo,
sumado a que se tiene escasez de componentes electrónicos, particularmente en
lo automotriz, mientras que las políticas públicas federales han hecho que se
pierda competitividad.
«Creo
que pudiéramos tener mejores resultados si despejáramos incógnitas de
incertidumbre, de inversión», dijo en entrevista.
Estimó
que podría ser a finales de año cuando se pueda ver un incremento en el valor
de la producción, ya que podrían comenzarse a producir componentes para la
industria.
El 2019
fue el último año que Honda de México armó autos en Jalisco, para concentrar su
producción en su planta de Celaya, Guanajuato, aunque en El Salto continúa con
el armado de motocicletas.