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El público aprecio
montajes que abordan la problemática social, como son las desapariciones
forzadas, el parricidio y el cultivo de droga
Coahuila,
18 de noviembre. – Durante la jornada del miércoles de la Muestra Nacional de
Teatro (MNT), realizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y
el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), se escenificaron
propuestas que retratan el dolor de quienes desaparecen, además de una obra que
retoma el mito de Edipo.
A las
19:00 horas, en la Estética Foro Escénico se presentó Sabueso, unipersonal
escrito, dirigido y actuado por Teresa Díaz del Guante en el que un grupo de
personas, apodadas ‘rastreadoras’, se dedica a buscar a sus desaparecidos.
Ellas han desarrollado un método en el que olfatean “como perros” en la tierra,
buscando el olor a descompuesto. Una de las integrantes es Isabel, una madre
que busca a su hijo: Yosimar García, y quien se une a este grupo para localizar
todo tipo de pista: ropa, zapatos, agujetas, cualquier cosa que los remonte a
quienes faltan y uniendo esfuerzos para sumar fuerzas.
Hacia
el final del montaje, recalca que cuando alguien desaparece, desaparecen
también los que están cerca, “porque nos fracturan, nos queman, nos rompen,
como si se lanzara pólvora y se llevara todo alrededor”. A veces solo queda
convertir el dolor en fortaleza.
Más
tarde, en el Teatro Nazas se llevó a cabo Tebas Land, propuesta dirigida por
Mauricio García Lozano y actuada por él y Manuel Cruz Vivas. La obra que ha
sido presentada, tanto en el Foro Shakespeare como en La Gruta del Helénico de
Ciudad de México, se enfoca en un dramaturgo que acepta un proyecto para
escribir una obra relacionada con el mito de Edipo y el parricidio.
Este
trabajo será interpretado por un interno de Santa Martha Acatitla, quien,
custodiado por seguridad, podrá acudir a representar cada función.
Con
varios giros, este notable texto del dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco
(responsable de 45’, Kiev y La ira de Narciso) entremezcla la realidad y la
ficción.
Finalmente,
con doble función, a las 19:00 y a las 21:00 horas, se representó Flores rojas,
trabajo del estado de Guerrero en el que dos amigos: Luis y Citlatli esperan a
la madre de él, quien no llega. Ella intenta tranquilizarlo diciendo que su
mamá solo se está tardado, pero va a volver. Entonces Luis decide empezar a
construirse alas; con ellas siente que podrá llegar hasta donde esté su madre;
pero para lograrlo debe recolectar plumas de aves, pero nunca arrancándoselas,
sino esperando pacientemente a que se les caigan.
La
obra muestra así diferentes perspectivas: la de un niño que anhela
reencontrarse con su madre; la joven que lo acompaña y que también busca a sus
padres, y un muchacho que siente algo por Citlali, pero que a la par está
siendo obligado a formar parte de un grupo delictivo.
El
título hace referencia a los campos de amapola de Guerrero, pues el cultivo de
esta flor en México forma parte de una economía destinada en gran parte al
mercado ilegal de heroína. Mientras pasa el tiempo, en este lugar de Guerrero
la gente empieza a desear, como Luis, convertirse en pájaros, así podrían
‘volar’ al otro lado, o solo elevarse y ver las cosas desde arriba, desde otra
perspectiva.