UNO MENOS
Por
Salvador Farfán Infante
Los jóvenes se manifiestan
de diversas formas ante situaciones de estrés, es importante conocer las más
comunes, veamos:
Algunos llegan a
afrontarlo de manera directa, otros de forma indirecta, en ocasiones reaccionan
de forma pasiva o activa.
Las formas más comunes en que lo expresan son las siguientes:
· Suelen ser contestones o discuten mucho y por todo, incluso por cosas insignificantes.
· Llegan a obsesionarse por la imagen, la apariencia personal y las cuestiones materiales. No es raro que dediquen mucho tiempo a su persona para verse bien.
· Intentan imponer su voluntad, lo que se conoce como comportamiento regresivo e inmaduro. Desean las cosas en el momento, les molestan los cambios de rutina y responden de forma sensible a las exigencias, expectativas o críticas.
·
Manifiestan conductas aversivas relacionadas con la
escuela, como alteraciones en el cumplimiento de tareas, faltar a clases y
disminuir su rendimiento.
· Tienden a guardar secretos o mienten sobre los lugares donde estuvieron o las actividades que realizaron.
· Suelen mostrarse apáticos y desmotivados, ya que nada resulta suficientemente bueno.
· Muestran desinterés por lo que antes disfrutaban.
· Sufren insomnio o duermen mucho.
· Hay cambios en su alimentación, pueden comer en exceso o perder el apetito.
· Excesiva preocupación por actividades cotidianas o nuevas.
· Su estado de ánimo es inestable.
· Presentan constantes problemas, malestares físicos o enfermedades.
· Tienden a aislarse.
· Su energía también se modifica, pudieran parecer hiperactivos o incluso flojos.
· Manifiestan sentimientos de insatisfacción crónica.
· Tienen pesadillas o sueños molestos.
· Presentan conductas que parecieran obsesivas en su rutina.
·
Pueden
consumir tabaco, alcohol y otras drogas.
La próxima semana continuaremos
con este interesante tema.