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Tiene que ver con
la identificación y una forma de vida inmediatista: Ricardo Trujillo, de la
Facultad de Psicología
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Aunque haya un
triunfo o una derrota, al final los aficionados ahí estarán
Ciudad
de México, 15 de noviembre. – Miles de mexicanos se darán cita en Qatar para
ver a la Selección Nacional de futbol. Para Ricardo Trujillo Correa, académico
de la Facultad de Psicología, no importa el resultado que tenga el equipo ni el
gasto económico que supone, los aficionados estarán. “No tienen definido qué
harán ni en qué hotel estarán. Y, en ocasiones, lo que piensan es que no
importa, ya veré qué hago, dónde se hospedarán, aunque sea en una banca. No sé
cómo lo voy a pagar, ya lo veré después, aunque venda mi coche. Aunque me corran
de la casa. Todo eso no importa. No es un cálculo racional, sino más bien tiene
una lógica emocional”.
Ese
fenómeno tiene que ver con la identificación, señala Trujillo, y agrega: “Es
como cuando alguien va al Muro de los Lamentos siendo judío, en realidad no
tiene que ver con una cuestión de tipo racional, sino con una identificación
emocional y grupal. Es cumplir con algo que representa lo que se pareciera a lo
sagrado. En el caso mexicano, como ya no tenemos lo sagrado, nos identificamos
de otra manera”.
También
se relaciona con una forma de vida inmediatista, comenta. “Nos inventamos
actividades, y tiene que ver con que en los pueblos hace un siglo trabajabas
duro todo el año y tenías un sólo día de festividad para disfrutar y
desahogarte. Esta oposición entre el trabajo intenso y la diversión es el mismo
mecanismo. Trabajamos mucho y nos damos estas festividades para desprendernos
de todas las limitantes con la realidad y fantasear con la fiesta. Esto puede
ser cualquier actividad, por ejemplo el Super Bowl, los premios Oscar o el
Mundial”.
Además
de eventos deportivos, nos identificamos con fenómenos comerciales o sociales,
“puede ser la nueva película de Marvel, o la Fórmula 1, aunque no sepamos nada
de eso. Hay una identificación grupal, también promovida por los medios. Por
ejemplo, el 15 y 16 de septiembre en realidad tenemos pocas conductas y hábitos
de civilidad mexicana, pero cuando viene esa fecha todo el mundo va al Zócalo
para disfrutar la fiesta, no para hacer una reivindicación de honores
patronales a la bandera”.
Mentalidad,
insuficiente para ganar
Sobre
la posibilidad de hacer un buen papel en el Mundial, Trujillo Correa comenta:
“Se necesitan mensajes motivacionales justo cuando el ánimo está abajo. Esa es
una forma en que nosotros, en general, como mexicanos, hemos asumido esta
especie de engaño colectivo y que incluso algunos colegas psicólogos lo han
propiciado, esta idea de que te la tienes que creer. No tienen que ver aquí las
condiciones culturales, económicas, estructurales, de oportunidades de empleo.
Con que te la creas ya vas a ser exitoso. Y esto en realidad no es así. En
realidad, es una ideología que viene del neoliberalismo que se nos impone,
validando la idea de que no importa la sociedad, pero sí el sujeto. Si eres pobre
es porque quieres, no importa que no hayas tenido las oportunidades y que no
las haya. Debes seguir alcanzando la chamba. Si lo trasladas al aspecto
deportivo es básicamente lo mismo”.
Para
poder ser exitosos en el Mundial no se necesita mentalizarse, se requiere
infraestructura, trabajo, educación, cultura, agrega. “Lo que ahora se ve en la
Selección es que no hay nada de eso. Es una estructura muy comercializada, muy
alentada, muy basada en lo inmediato. Entonces, no hay una colectividad o
proyecto de futuro; es un verdadero desastre. En este sentido, no existe
ninguna fundamentación para pensar que pudieran ser exitosos y entonces hay que
creérsela. Lo que vamos a encontrar es que es una forma de engaño colectivo
que, además, está muy padre porque pasamos del famoso sí se puede al derrotista
no se pudo”, concluye.